viernes, 22 de marzo de 2024

Por qué no habrá pantalla gigante para el Breogán-Obradoiro

La última vez que pudimos poner una pantalla fue en 2022. El ambiente fue estupendo, y la gente estaba cómoda, hasta con sus mascotas o carritos de niños.

Las pantallas gigantes son una forma de compartir una experiencia, normalmente deportiva o musical, que tiene gran aceptación.

Desde Lugo Monumental, la entidad que tengo el honor de presidir, hemos puesto una en la Plaza de Santa María en dos ocasiones: en un partido entre el Lugo y el Deportivo de la Coruña del 2014 y en una final de la Champions de 2022. Pero esas dos son las que se logró instalar. Se intentó muchas más veces.

Tras el éxito de la primera instalación (eso que la pantalla tampoco era demasiado “gigante”, que hace una década y eran otros tiempos tecnológicos) y cuando el tema de los derechos de pantalla no estaba tan sobre la mesa, nuestro problema era el Ayuntamiento. En época de Orozco, de forma inexplicable, se nos negaba una y otra vez el permiso para hacer exactamente lo mismo que habíamos llevado a cabo con el Lugo–Dépor y que había llenado la zona de gente y creado un ambiente maravilloso. Pues nones, reiteradamente se nos impedía repetir la experiencia.

Como es lógico, tras una larga lista de denegaciones uno se cansa de dar cabezazos contra un muro así que dejamos de intentarlo… aunque ocasionalmente probábamos suerte: tengo una colección de denegaciones de 2014, 2015, 2018, 2019… Siempre se trataba de encuentros que no se jugaban en Lugo salvo que hubiera más demanda que oferta (no vamos a hacer la competencia a los equipos locales para que vendan menos entradas, como es obvio) y que tenían mucho interés. Recuerdo los intentos para el Lugo-Oviedo o el Lugo-Sporting de Gijón. Ambos denegados, entre otros como un mundial de baloncesto.

Después llegó la Pandemia y todo lo que sonase a calle parecía que tenía más facilidad de triunfar, así que probamos suerte con la final de la Champions y, ¡sorpresa!, se nos autorizó así que montamos la pantalla. Recibimos durísimas críticas porque “no la poníamos” en otras ocasiones. Estas cosas son así, la gente sólo ve lo que tiene delante y no lo que hay detrás, y es lógico, aunque quizá no habría hecho falta tanta agresividad.

De aquella tuvimos suerte porque la retransmitía Televisión Española y, aunque ni siquiera cuando lo ponen en canales abiertos es la cosa tan sencilla, al ser la televisión pública no nos dieron problemas. Si llega a ser Telecinco o Antena3 la cosa cambiaría porque ha habido casos en que obligaron a retirar pantallas para partidos o eventos que se retransmitían en abierto, cosa que me choca profundamente porque no le veo la lógica. ¿Qué más da que lo vean 500 personas en su casa que todas juntas en una plaza?

Para el partido de mañana entre el Breogán y el Obradoiro quisimos volver a poner una pantalla. Teníamos la financiación y dudo que el ayuntamiento nos hubiera puesto problemas porque en estas cosas ahora son mucho más razonables, e incluso preguntamos en el Breogán si les parecía bien para evitar líos. Todo era fantástico, hasta que nos encontramos con un escollo insalvable: el partido se emite en Movistar+ y no dieron permiso para poner la pantalla. Les preguntamos y nos enviaron un amable correo en que la respuesta era clara: ni hablar. Ni siquiera nos pidieron una cifra que no nos pudiéramos permitir para disuadirnos, directamente no nos dieron posibilidad alguna.

Si les soy totalmente sincero los comprendo. Hay bares que pagan cerca de 400 euros por tener derecho a poner los partidos en sus locales y si en uno de los más interesantes del año les plantamos la pantalla les hacemos la puñeta. Movistar aquí defiende sus intereses y los de sus abonados y eso es comprensible, pero no deja de ser una pena.

Habría sido un día maravilloso en el casco histórico, con una pantalla tras la Catedral y una Plaza de Santa María llena hasta la bandera como en otras ocasiones.

jueves, 21 de marzo de 2024

Más que brotes verdes en el casco histórico

Publica hoy El Progreso un artículo sobre la apertura de cinco locales en el casco histórico, y aprecia una señal de recuperación de la zona. Estoy totalmente de acuerdo. El saldo es muy favorable y si bien es cierto que cerraron varios locales en los últimos años, han abierto muchos más de los que echaron la verja y estamos apreciando una clara tendencia al alza en la zona.

Además de los locales que indica El Progreso hay otros que han anunciado su apertura: desde una encantadora cafetería justo junto a la Catedral y la rampa de acceso a la Muralla (llamada "La Parisina" y que tiene una pinta estupenda) hasta una tienda dedicada a Playmobil y Lego entre otras marcas en la calle San Pedro, pasando por una tienda de fotografía que se traslada desde la Avenida de la Coruña a la galería de Campo Castillo.

Se han ocupado locales que llevaban muchos años vacíos, como es el caso del que albergaba el Banco Pastor, y se están rehabilitando edificios que se caían a pedazos. Falta mucho por hacer en esto último, pero el camino es el acertado.

También es cierto que las obras y su enorme retraso están lastrando la zona norte del casco histórico. Los locales que están en Montevideo y Bolaño Ribadeneira e incluso los de Rúanova y San Marcos (afectados por el paso de un tráfico intenso), sufren una dilatación de los plazos que les están haciendo la puñeta y que ya veremos si no habrá que reclamar, pero el saldo global del casco histórico es positivo, eso es innegable.

Los comerciantes del casco histórico se están organizando para suplir las carencias de la administración, y si el Ayuntamiento tiene los aparcamientos más caros de la ciudad y no le pone ningún tipo de coto, los particulares han emitido bonos para regalar horas en los estacionamientos de Ánxel Fole (calle Teatro) y Vía Romana (Montevideo, tras el antiguo Ollos Grandes). Esto ha sido  coordinado por Lugo Monumental, la asociación que tengo el honor de presidir.

Cuestiones como estas han hecho que el público le esté perdiendo ese miedo que había surgido para venir al centro, y que no tenía mucha razón de ser porque si bien es cierto que el Ayuntamiento no lo facilita, Lugo es una ciudad manejable y, dentro de un orden, la cosa no es para tanto. Bien es cierto que lo de que te pongan palos en las ruedas no es lo que más ayuda, pero se ve que las aguas van volviendo lentamente a su cauce.

El centro es el barrio de todos. Uno puede vivir en La Milagrosa, Aceña de Olga o el Barrio del Puente pero siente el Casco histórico como suyo, porque lo es. Es la "sala de estar" de toda la ciudad, lo que enseñamos a los que nos visitan y donde vamos a pasear y a comprar en días como el de hoy, luminoso y soleado.

Ha tardado más de lo que nos habría gustado, pero ¡el centro revive una vez más!

miércoles, 20 de marzo de 2024

La Milagrosa, un ejemplo de lo que ''podría ser''

Una de las edificaciones habitualmente ocupadas en la Milagrosa ante la pasividad de las autoridades

El caso de Lugo con el tema de la vivienda es llamativo. Más de un 35% de viviendas vacías, que suman 10.000 inmuebles llenos de aire, y zonas “tensionadas” para el alquiler entre las que se encuentra La Milagrosa, un barrio en que una casa sí y una no te la encuentras abandonada. Es evidente que algo falla.

Los ambiciosos planes de rehabilitación para La Milagrosa llevan siendo papel mojado desde hace años. Anuncios, campañas, publicidad, folletos y promesas que se quedan únicamente en futuribles que nunca llegan a nada. Y mientras tanto el barrio languidece y se entrega sin apenas resistencia a la ocupación y la marginalidad, algo inconcebible hace unos años en que era, sin duda, el mejor barrio de Lugo para vivir.

Yo viví de pequeño en la calle 18 de Julio (hoy Camino Real) 115 y recuerdo con muchísimo cariño esa zona. Ir a la tienda de delante de casa a por gaseosas y los taxis de Dablanca, cosas que hacen confundir otros tiempos con las virtudes de una zona. Sigo viviendo en La Milagrosa, es mi barrio, aunque no en aquel piso. Pero no les hablo de mis recuerdos, sino de una palpable realidad: La Milagrosa lo tiene todo para ser el perfecto lugar de residencia. Es una zona muy llana, a un paseo del centro, con una tranquilidad envidiable, viviendas amplias en edificios que suelen andar entre las dos y las cuatro plantas como mucho (salvo excepciones, claro)… Nada que ver con otras zonas de la ciudad que se han convertido en auténticas colmenas.

La Milagrosa todavía tiene salvación, y si se actúa bien sobre ella podría ser de nuevo esa magnífica zona para vivir de muchos vecinos de nuestra ciudad. Sólo hace falta un empujón para que actuaciones que hoy no salen rentables lo sean.

Cuando se presentó la idea del “barrio multiecológico” me pareció un disparate porque estaba cubriendo una necesidad inexistente: más viviendas. El problema de Lugo no es el número de inmuebles sino su estado. No necesitamos construir más, necesitamos reutilizar lo que tenemos y para eso las políticas públicas no pueden ir a meter más grúas para edificar sino a cambiar tejados, mejorar aislamientos y, sobre todo, poner ascensores.

Al independizarme, como todo el mundo que empieza, no me podía pagar lo que yo quería así que compré un piso sin ascensor. Tras vivir en él casi 20 años ahora mismo estamos con las obras de instalación (por fin) de uno y la diferencia es notable, y eso que aún no lo hemos podido utilizar. Pasamos de un edificio inaccesible y con cierta incomodidad a uno que no tiene nada que envidiar a otros mucho más “lujosos”, y encima con la ventaja del tamaño de los pisos, que antes era mucho mayor que los de ahora.

El ascensor es un lujo necesario, que no es que suba el precio de una vivienda, sino que hace que entre en el mercado. Hoy nadie compra un piso sin ascensor porque a jóvenes no vamos ninguno y hay que pensar en el futuro.

Conozco gente que vive encerrada en su propia casa porque no puede salir al no tener ascensor. ¿Qué pasa cuando esos pisos van quedando vacíos y los heredan los hijos que viven en otros que sí lo tienen? Pues que así se quedan. Ni los venden por los cuatro duros que les dan, ni los alquilan porque les da miedo todo el problema que hay con impagos y demás, ni los arreglan porque cuesta una fortuna y además muchas veces tiene que ser una cosa global, del edificio entero. No es tan sencillo.

En estos temas las fórmulas mágicas no funcionan, y a veces enterrar dinero público a lo loco, como se hace en la Tinería, tampoco resulta porque la administración no se puede meter a inmobiliaria.

Lo que toca es apoyar a los particulares, no sustituirlos, y echarles una mano para que puedan reformar esas viejas viviendas y convertirlas en lo que pueden ser: un lujo.


martes, 19 de marzo de 2024

Adiós y gracias, Esther

Me va a resultar imposible pasar por delante de estos árboles sin acordarme de Esther.
Gracias por todo.

De forma inesperada recibí la noticia del fallecimiento de Esther Arias Vilaboa, una amiga a la que conocía desde hace más de 30 años. Fuimos compañeros y nos llevábamos de maravilla en el Instituto, y aunque los años nos fueron llevando por diferentes caminos siempre sentí esa simpatía que la distancia no consigue empañar.

Hace algún tiempo nos reencontramos al coincidir en el movimiento vecinal del casco histórico. Era concienzuda y estudió los proyectos con detalle y alertó de cosas como el absurdo diseño de los bancos y de más cosas que se lograron corregir. Su implicación y generosidad tanto en lo económico como, lo que es mucho más importante, en tiempo, fue clave para poder llevar a cabo la jornada reivindicativa que dio como fruto salvar los árboles de Santo Domingo.

Ayudó en todo, y se preocupaba hasta de los más pequeños detalles. Recuerdo particularmente su empeño en tener actividades para niños en esa jornada, algo que hicimos y de lo que de hecho se encargó ella, y que además tuvo la esplendidez de financiar ella misma, a título particular. Era así de desprendida, y siempre buscaba apartarse de los focos. Es más, he buscado una foto suya de ese día y sólo aparece lateralmente, en la mesa en que los niños dibujaban, en un discreto segundo plano.

Esther se nos marchó el domingo. Cuando lo leí pensé que era un error. No me lo podía creer. El viernes, dos días antes, estuve chateando con ella con total normalidad y comentando el susto que nos dio el terremoto. Era habitual que nos mandásemos mensajes para hablar de muchas cosas, sobre todo de las del casco histórico.

Gracias por todo Esther. Por tu simpatía, por tu constancia… por ser tú. Te echaremos de menos.

lunes, 18 de marzo de 2024

¿Es posible convertir un sonoro fracaso en una fuente de recaudación? Difícil lo veo

Las Caldas en su estado habitual: desiertas
 

Este fin de semana El Progreso publicó una amplia entrevista con la alcaldesa Paula Alvarellos en que la regidora aseguró que pretendía rentabilizar instalaciones, y a preguntas de la periodista Carmen Uz concretó que tenía en la cabeza el ejemplo de las mal llamadas "Caldas". Me sorprendió, la verdad.

El primer requisito para que una actividad pueda ser rentable es que tenga demanda, y no es el caso. Este sábado, que no hacía un frío excesivo, el número de personas que reservaron una plaza fue de cero. El domingo, dos. Si extendemos esa media de una persona diaria al año entero son 365 personas, 366 los bisiestos. Vamos a ser generosos y multiplicar por diez esa supuesta demanda y pensar que van 3.660 personas en un año. Venga, vamos a redondear muy al alza a 5.000... ¡qué diablos!, vamos a dar por buenas las cifras que dan en la aplicación y decir que fueron en el año que llevan abiertas algo más de 11.000 personas, vamos a poner 12.000 aunque no se lo creen ni ellos. Recuerden que la reserva es gratuita y que aunque la gente bloquee una plaza no tiene por qué acudir, pero apliquemos la presunción de inocencia y creámonoslo, que tengo el día generoso.

Teniendo en cuenta que se ha reconocido que los gastos suben a unos 27.000 euros al mes, es decir, 324.000 euros al año, para cubrir los costes tendrían que cobrar 27 euros de entrada por persona. De ganar dinero ya ni hablamos. Por supuesto este cálculo es para cubrir únicamente los costes de mantener el chiringuito funcionando. Si queremos que sea rentable habría también que sumar los costes de construcción, pero como me he levantado de buen humor dejémoslo en que no nos cueste dinero mantener abierta la bobada.

¿Alguien se cree que la gente estaría dispuesta a pagar 27 euros por ir a remojarse en un agua templada y que no tiene ninguna propiedad beneficiosa que no tenga la de la bañera de su casa? Yo no, desde luego.

El futuro de las Caldas sólo tiene tres opciones:

  • El cierre, que debería llevar aparejada la dimisión de unas cuantas personas (incluyendo la entrega del acta de Diputada de la exalcaldesa que se emperró en llevar a cabo una ocurrencia que era visto que no funcionaría).
  • Cubrirlas, lo que es difícil que encaje con el plan general y desde luego no tendría nada que ver con el espíritu con el que supuestamente se crearon. Además sería gastar más dinero y a saber si se recuperaría.
  • La transformación en otra cosa, como un parque acuático infantil (habría que ver si se adapta) y dejarlas sólo para el verano. Otra opción es rendirse a la evidencia y negociar con el Balneario de Lugo (con el que deberían haber hablado desde el primer momento) para que se haga cargo y aporte las aguas termales de las que tiene la concesión.

No se me ocurren más opciones. 

En todo caso, hay que aplaudir que Paula Alvarellos está haciendo desde el primer momento una enmienda a la totalidad de la terrible herencia que ha recibido de Lara Méndez, y aunque sus palabras dicen una cosa sus actos apuntan en el sentido contrario... y buena falta hacía.

Veremos si nos quedamos únicamente en intenciones o si realmente por fin tendremos en la Alcaldía una persona con iniciativa y valentía para hacer lo que necesitamos, porque llevamos 25 años con proyectos absurdos que han dilapidado ingentes recursos públicos y que no han valido absolutamente para nada.


NOTA: Aunque no me gusta nada, he editado el artículo porque me confundí y el gasto mensual estimado no es de 17.000 euros... sino de 27.000...

jueves, 14 de marzo de 2024

La carta

Los árboles talados en el centro, que ahora nos enteramos de que no fue por enfermedad sino porque "lo ponía el proyecto"... o lo que es lo mismo, porque les dio la gana
 

Hace unos días el concejal de "transición ecológica" (lo que antes se llamaba medio ambiente) remitió a los vecinos del casco histórico una carta en que reconocía que el Ayuntamiento faltó a la verdad cuando justificó la tala de los árboles de Montevideo aduciendo una enfermedad de los mismos.

Para evitar interpretaciones y dado que esta carta ya fue publicada en medios de comunicación (concretamente en La Voz de Galicia), les adjunto el texto íntegro de la misma y ustedes juzguen y saquen sus conclusiones.


Benquerida veciñanza do Barrio Centro de Lugo,

Quería trasladarvos a miña máis sincera desculpa por toda a confusión que xurdiu no relativo á conservación/talla de árbores na Rúa Montevideo.

Andes de nada, gustaríame sinalar que o malentendido naceu da miña vontade real de colaboración e atención ás demandas que o voso colectivo trasladou ao Concello, de maneira que o pasado mes de novembro, fun instado a manter un encontro cos/coas representantes da Asociación para escoitar as inquedanzas que tiñades sobre o mantemento dos exemplares que se atopan na devandita rúa.

Esta xornada, como sabedes, acompañado polo xefe do Servizo de Parques e Xardíns, outros responsables das obras, eu mesmo, como concelleiro da Área de Transición Ecolóxica, realicei unha inspección ao arboredo e acordamos, analizar se, como a priori nos parecía, era posible conservar algunha unidade. Coa miña mellor intención asinei un compromiso verbal que, lamentablemente non puiden cumprir, pero non foi por falla de vontade política e moito menos por deslealdade con vós. Dado que unha vez trasladada a intención ao coordinador das obras, este nos comunicou a imposibilidade de levalo a cabo, só pena de poñer en risco a percepción dos fondos europeos acadados, extremo do que non tiñamos constancia. E foi el quen, en días posteriores, cursou a orde de proceder á tala en cumprimento do recollido no proxecto.

Sei o moito que valorades as zonas verdes que posúe a contorna, así como a conservación dos exemplares que habitan nela e, precisamente por iso, quero remitirvos por escrito coas correspondentes aclaracións, lamentando moito o sucedido e poñéndome, unha vez máis, á vosa disposición para todo aquelo que consideredes oportuno.

Un saúdo,

Miguel Fernández Méndez

Tenente de Alcaldesa da Área de Transición Ecolóxica

miércoles, 13 de marzo de 2024

Adiós a las terrazas en plazas de aparcamiento... por ahora

Terrazas de la calle Mallorca durante la pandemia. Foto: La Voz de Galicia

Hay días que no hay de qué escribir y otros que se te acumula el chollo. Hoy es de los segundos, pero vamos a ir dosificando para no mezclar y empezaremos hablando de un tema que afecta a muchos hosteleros... y a muchos usuarios: la retirada de las terrazas en zonas de aparcamiento.

Como les digo habitualmente este blog es mío, no de ninguna asociación a la que pertenezca, ni siquiera de Lugo Monumental, entidad que tengo el honor de presidir. Pero sí es cierto que al hablar de cosas de Lugo que conozco y vivo es imposible no hacer mención de asuntos en los que estoy metido por la Asociación, y esta es una de esas ocasiones.

Ayer tuvimos una reunión con la Alcaldesa, Paula Alvarellos, en que nos avanzó sus planes de publicar en breve un bando en que se toman dos decisiones importantes sobre las terrazas.

La primera es regularizar la situación de todas ellas, obligando a los titulares a darlas de alta si no las habían comunicado (como era su obligación) para poder cobrarles las oportunas tasas (que tienen un precio razonable) y dándoles para ello un plazo de un mes. Si no cumplen, habrá una campaña de inspección que girará las oportunas sanciones, como es normal.

La segunda decisión probablemente levantará más ampollas entre algunas personas, aunque será aplaudida por otras: retirar TODAS las terrazas que estén en plazas de aparcamientos y carga y descarga, es decir, las que ocuparon parte de la calzada. Para esto también da un plazo de un mes.

Desde la Asociación mostramos nuestro apoyo total al primer punto, ya que creemos que todos hemos de cumplir unas normas y que hay que poner freno a la disparatada extensión que se permitió durante la pandemia una vez superada ésta. En el segundo no opinamos como Asociación, ya que en el casco histórico no hay ningún caso y está feo meterse en casa ajena. Como Asociación, insisto, porque yo puedo decir lo que me venga en gana, sólo faltaría.

Y como este blog es mío les voy a dar una opinión sobre las terrazas en calzada muy gallega: depende.

Verán, personalmente creo que sacrificar un par de plazas de aparcamiento para beneficiar a muchos usuarios de una terraza no es algo malo si se hace con cabeciña y organizando bien el asunto. El problema, como siempre, es el abuso y dejar a los conductores sin opciones de aparcar porque todo es un bosque de sillas y mesas.

Por otro lado está la cuestión estética y de la seguridad. No es razonable que alguna terraza parezca un campo de refugiados con lonas de plástico cutres y travesaños clavados a lo loco, y tampoco que estés tomando un café con los coches casi rozándote el cogote. De la accesibilidad ya ni hablamos, porque tampoco es asumible que haya que hace maniobras para bajar el bordillo si vas en silla de ruedas y te quieres tomar una caña.

La Alcaldesa dejó en el aire si la nueva ordenanza va a permitir estas terrazas o no. Habrá que estudiarlo con cuidado porque las normas son generales y no se puede decir "tú sí, tú no". Personalmente creo que procedería establecer una serie de criterios entre los que deberían figurar, entre otros, los siguientes:

1.- Sólo se podrían poner terrazas en calzada cuando la anchura de la acera no permita su instalación. 

2.- Las terrazas instaladas tendrán que tener una tarima que iguale su altura con la acera para dar accesibilidad.

3.- También deberán tener balizas de seguridad para separar el espacio del tráfico rodado.

4.- La estética deberá ser acorde a una serie de materiales y límites que se establezcan para evitar la proliferación de espacios "camping".

5.- Para autorizar las terrazas se debería tener en cuenta tanto el tamaño del local como el perjuicio causado (zonas de escasas opciones de aparcamiento).

En todo caso, que sea con estos criterios o con otros, es evidente que hay que regular este fenómeno para evitar lo que está pasando: que el abuso crea rechazo.