martes, 10 de agosto de 2010

La que se puede montar por no ser previsor

09082010900 La Avenida de la Coruña de Lugo es una de las principales arterias de la ciudad. Ahora tiene un pequeño problema de colesterol del malo, es decir, un estrechamiento entre Concepción Arenal y Hermanos Carro causado por unas obras. Hasta aquí todo razonable.

El problema es que nuestro bienquerido Gobierno Local ha pasado del tema y no se ha molestado en tomar las más mínimas medidas para intentar que el colapso de tráfico sea menos grave. Han puesto unas vallas y han impedido el paso en sentido hacia la muralla, y ya09082010893 está. Ni señalización en las calles que van hacia la Avenida de la Coruña (con lo que te encuentras con la sorpresa cuando llegas allí), ni siquiera al inicio de la propia avenida… nada. Ni siquiera se han molestado en utilizar el maravilloso centro del control de tráfico (que tantos millones costó) en reprogramar los semáforos, con lo que sigue dando luz verde en el sentido cortado, lo que queda bastante ridículo y más teniendo en cuenta que mientras se abre hacia ese inútil sentido está cortando el tráfico en la Ronda de la Muralla.

09082010897El resultado de esto es que se montan unos curiosos pollos tanto en la avenida como en todo lo que la rodea, que es medio Lugo. Ayer por la tarde, por ejemplo, la Ronda de la Muralla estaba totalmente paralizada, incluyendo la salida por San Fernando. Una ambulancia que intentó pasar, tuvo que esperar un rato a que le hicieran sitio, y los conductores, con el calor que hace, estaban más bien tensos.

Las preguntas del millón son: si se supone que pueden controlar los semáforos desde una sala con cámaras, ¿por qué no lo hacen?; si saben que las obras van a durar varios días, ¿por qué no señalizan correctamente el problema para que la gente vaya por rutas alternativas?; si no son capaces de hacer nada de esto, ¿a qué se dedican Orozco y compañía?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.