viernes, 10 de diciembre de 2010

Respeto institucional

El Alcalde de Lugo acaba de remitir una carta a los comerciantes del casco histórico en que les comunica que se ha pagado la iluminación de Navidad con dinero de la Cámara de Comercio, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. Hasta ahí bien, muy bonito todo y hace bien en intentar vender lo que hace por la ciudad, aunque sea una cosa de trámite que se hace año tras año sin que la administración se felicite de lo bien que trabaja. Las luces la verdad es que han quedado muy bonitas.

El problema viene a continuación, cuando añade “sin financiación autonómica”. Es decir, que la Xunta no ha puesto dinero para las luces navideñas, con lo cual el gobierno autonómico, enemigo de Orozco desde que el PP recuperó la mayoría absoluta, es el malo. Obvia el Alcalde de Lugo que las calles del centro que se están arreglando (la calle de la Reina, principal arteria comercial de Lugo, entre otras) las está pagando la Xunta, y que se ha gastado casi medio millón de euros en acciones a favor del comercio lucense. Pero ese no es el tema. Para el caso que nos ocupa es irrelevante que la Xunta haya gastado mucho en otras cosas.

Lo grave aquí es que un Alcalde, por intereses políticos, se dedica a “informar” a los comerciantes en plan “oye, que esto lo hemos pagado nosotros y no el PP”. No se menciona, supongo, la nula aportación de la ONU o de la Unión Europea para el gasto. También imagino que cuando se inaugure el nuevo puente sobre el Miño oiremos lo de que “fixémolo entre todos”, como lo de la Muralla Patrimonio de la Humanidad, que lo consiguió Joaquín García Díez pero ni se le mencionó. Vamos, que muy bien para colgarse medallas ajenas, pero no vaya a ser que alguien piense que para una cosa que hacen no la hacen ellos. A ver con qué cara va el Alcalde de Lugo ahora a cualquier acto en que se inaugure una obra financiada al 100% por la Xunta. Tendrá que oír, y no le podrá extrañar, a los representantes autonómicos diciendo que “el Ayuntamiento de Lugo no ha financiado esta obra”.

Es vergonzoso el nulo respeto institucional de Orozco por quienes considera sus enemigos. Un Ayuntamiento, y más ahora, necesita de las demás administraciones para sobrevivir. No parece que lo más inteligente sea provocar las iras de quien tiene la cartera más abultada, pero ya ni siquiera me refiero a eso, sino a la mínima educación que un representante público ha de tener con sus “colegas”.

Lo peor de todo es que Orozco considera a los lucenses tan idiotas como para tener que decirles específicamente que la Xunta no ha puesto un duro. Vamos, que si dice que “esta obra ha sido financiada por Diputación, Ayuntamiento y Cámara de Comercio” a lo mejor los tontos de los comerciantes no echan de menos a la Xunta, y claro, no vaya a ser.

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