jueves, 31 de marzo de 2011

La fábula

Érase una vez una rana que dormitaba tranquila en la orilla de un caudaloso río, lleno de remolinos y de aguas bravas. Se le acercó un escorpión y cuando la rana, asustada, iba a escapar éste le habló:

  • No temas amiga mía, no quiero hacerte daño alguno. Necesito cruzar al otro lado del río, pero los escorpiones no sabemos nadar, así que me preguntaba si serías tan amable de llevarme en tu lomo.
  • ¿Me tomas por tonta? – contestó la rana – en cuanto me ponga a tu alcance me clavarás tu aguijón.
  • No, de veras, te prometo que no será así. Además piénsalo bien: no sé nadar, si te clavo mi aguijón tú morirías envenenada pero yo moriría ahogado, no tendría sentido que lo hiciera. Te prometo además no meterme contigo ni con tu familia nunca más si me haces este favor.

rana-escorpion La gran ventaja de no tener un enemigo tan peligroso y la lógica aplastante del argumento del escorpión convenció a la amable rana, que a pesar de lo que había oído sobre el peligroso arácnido decidió confiar en él. Se acercó más a la orilla y permitió a éste encaramarse en su espalda. Comenzó a nadar hacia la otra orilla pero, cuando estaba en medio del recorrido, notó un fuerte pinchazo en la cabeza. Era el escorpión, que le había clavado su venenoso aguijón. Mientras notaba cómo su cuerpo empezaba a paralizarse y veía que el escorpión miraba aterrorizado al agua que lo iba a ahogar, la rana le gritó:

  • ¿¿Estás loco?? Con esto moriremos los dos. ¿Por qué lo has hecho?

El escorpión la miró a los ojos y, medio hundido en las aguas le respondió:

  • No he podido evitarlo. Es mi naturaleza.

¿A quién le puede extrañar que un escorpión pique a pesar de que pueda no ser lo más adecuado para él mismo? Es su naturaleza.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, algunos no podemos dejar de ser nosotros mismos, aunque sea lo menos adecuado para nosotros.

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  2. Hay otra versión de esa historia...

    Cuando la rana es picada por el escorpión, le recrimina:
    -- ¿Estás loco? Con eso moriremos los dos, ¿por qué lo has hecho?
    A lo que el escorpión respondió:
    -- Ranita tonta, yo sé nadar

    ...

    Lo que demuestra que NUNCA debes fiarte de un escorpión (o de un político, que para el caso viene a ser lo mismo)

    Un Saludo Felino
    Miau

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