jueves, 9 de mayo de 2013

"Un momentito nada más"

Lo de la doble fila en Lugo, que a veces (es en serio) se convierte en triple es de coña. Ayer una persona denunciaba en un grupo de Facebook que en su zona todos los días hay un coche concreto que se tira toda la mañana aparcado frente a unos contenedores en la plaza de Comandante Manso, junto a San Roque. 

Los lucenses ya sabemos que hay ciertas calles en que es difícil, por no decir imposible, transitar sin ir sorteando coches parados “un momentito nada más”. Son ejemplos de libro el de la calle Orense, que nunca he cruzado sin ver coches en doble fila, o Fonte dos Ranchos, donde a la altura del Gadis siempre hay algún vehículo ocupando carriles. Ya les había hablado en una ocasión de un coche que estaba en doble fila… ¡en la Ronda de la Muralla! Y para mayor fantasía parado frente a un hueco por no perder los escasos segundos que le llevaría aparcar bien. 

Esto, que en lugares civilizados es una excepción cuyo abuso acaba en multa, en Lugo es una cuestión que se toma con toda la normalidad del mundo. Si tienes incluso la osadía de decirle algo al conductor encima no sólo tiene más que decir, sino que te pone pingando y poco menos que tienes que pedirle disculpas porque era “un momentito nada más”, aunque el “momentito” dure un par de horas. 

Pero da igual, no pasa nada. Cambian el reglamento de circulación de Lugo para aumentar exponencialmente los motivos por los que nos pueden sancionar pero ¿qué más dará cuántos pongan si no lo van a hacer cumplir? 

Yo, como liberal que soy, no creo en extensas y enrevesadas normas que permiten al agente de turno machacar a un ciudadano cualquiera porque le caiga mal o simplemente porque la mujer lo haya dejado y quiera pagarlo con alguien. No estoy diciendo que sea lo normal, pero todos somos humanos y la Administración tiene que prever la indefensión de sus ciudadanos frente a las arbitrariedades que todos podemos cometer en determinado momento, sean o no intencionadas. 

Las normas han de ser de mínimos, pero se tienen que cumplir. De nada nos vale tener una legislación que ocupa estanterías si sólo se va a aplicar aquello que permita a las administraciones recaudar “sin molestar demasiado”, y como en el tema del volante todo el mundo es muy sensible parece que ahí no quieren meterse a nivel municipal. Sí a nivel nacional con la Guardia Civil poniendo el radar en la recta (no peligrosa) en donde van a cazar a más a 140 que en la curva (donde se mata todo el mundo) porque ahí no se recauda. 

Las normas de mínimos de las que les hablo deben estar enfocadas hacia la mejora de la seguridad ante todo, como segundo criterio el de la fluidez de la circulación (aquí meteríamos la doble fila como sancionable además del “un momentito nada más” frente a vados, en paradas de autobús, plazas de aparcamiento de discapacitados…) y a partir de ahí el resto de criterios. 

No gustaría en principio, eso ya lo sabemos, porque todos tenemos un puntito de “momentitos nada más” que tenemos que corregir, pero también se protestó en su día cuando se prohibió aparcar sobre las aceras en la avenida de la Coruña (manda huevos) y hoy nadie vería razonable encontrarse coches en las aceras… aunque los haya de vez en cuando.

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