martes, 25 de febrero de 2014

Un problema sencillo, una solución simple

Fortaleza de Capdepera y monte vecino...
Hace algunos años en Palma de Mallorca quise visitar el pueblo de Capdepera que tiene una extraordinaria fortaleza coronando un monte en el centro de la localidad. Puse la dirección en el GPS y allá me fui con el coche alquilado. Cuando estábamos acercándonos el camino empezó a ponerse tortuoso y al final era poco más que lo que aquí llamamos una “pista de tierra”. La moza del GPS me dijo lo del “ha llegado a su destino” y lo único que veía eran unas cabras tirando a un monte. Me giré y vi la fortaleza en el monte de enfrente.


Los GPS no son infalibles, o mejor dicho, no lo son quienes los programan. Muchas veces imagino que lo hacen sobre mapas, previsiones y supuestos, lo que les hace cometer errores que en este caso no suponen gran cosa pero que en otros sí. Por ejemplo, en nuestro Lugo del alma, van ya tres coches que en la zona de Casás se intentan incorporar a la Nacional VI por un vial que no existe, y que acaba en un talud lleno de matorrales.

¡Hay que ir con cuidado! dirá el lucense medio, que sabe perfectamente que ahí no hay calle… ¿y qué pasa si vas de noche y eres de fuera? Porque les recuerdo que en esa zona no existe iluminación nocturna, y aunque es fácil decir que hay que fijarse es obvio que te fías del GPS porque para eso lo tienes, entre otras cosas.

Coche en el talud - Foto de El Progreso
Esto se podría haber solucionado con una señal que ponga “vía sin salida”, o incluso uno de esos caballetes en blanco y rojo (no tengo ni idea de cómo se llaman) que impidan el paso para evitar problemas.

Obviamente no hay que poner uno en cada vía sin salida, pero ésta es diferente porque sabemos que existe un problema: un error en mapas de GPS que sabe Dios cuánta gente usa y no parece lo más lógico ignorar el tema “sine die”.

Ya ven, un problema sencillo, una solución simple. ¿Cuántos coches tienen que caer para llevar a cabo una medida tan tonta?

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