martes, 13 de octubre de 2015

Hasta el año que viene, San Froilán

Se acaba el San Froilán más flojo que recuerdo en años. Imagino que el Ayuntamiento dirá que superó el medio millón de visitantes, porque la táctica de contar a los lucenses cuatro o cinco veces y añadir una generosa propina que no se sabe de dónde sale, te da resultados tan chocantes como esos.

Hay varios factores que colaboran en la caída de las fiestas. El clima es básico, y la falta de previsión casi delictiva. La falta de interés de los responsables de organizar las fiestas sobre las nubes que se cernían sobre Lugo es signo de poca profesionalidad, ya que los lucenses llevamos muchos años pagando generosos sueldos para que nos organicen un par de saraos y habría estado bien, digo yo, que un simple vistazo a la previsión de Santiago Pemán (¿sigue en activo?) o similar, que el de la primera es de Lugo, nos habría ahorrado que el día de San Froilán las actividades se tuvieran que suspender porque caía agua a calderos.

La carpa de Sada. Foto: Sada digital
Hace no mucho estuve en Sada, en la feria Modernista, y me llamó poderosamente la atención una impresionante carpa que habían montado para acoger las actuaciones por si le daba por llover. En Sada, y a principios de agosto. Así se hacen las cosas. El dichoso toldo, que le llaman la “Carpa Encendida” (supongo que en referencia a la Casa Encendida de Madrid, no sé) es un ejemplo de lo que un ayuntamiento que es una fracción del nuestro hace con un poquito de cabeza y una mínima previsión. Aquí se suspenden las cosas. Se ve que no se les ocurrió lo del plástico.

La carpa de Sada: Interior
Evidentemente esto le pasa a cualquiera. Yo mismo, en pleno mes de Julio, tuve mucha suerte porque no nos llovió el día de Santa Marta, para lo del “Milagro de San Vicente”, aunque lo pasé fatal porque amenazó con ponerse a diluviar de un momento a otro durante casi todo el día. Sin embargo creo que no es comparable una pequeña asociación que organiza un evento cuasi-artesanalmente con el todopoderoso Ayuntamiento de Lugo, que cuando quiere se gasta España en chorradas nuestro dinero como si lo imprimiera en los sótanos de la Plaza de España.

La ironía de coronar el cartel con una atracción que no vino
Las fiestas de San Froilán van a menos. Alguna persona dice que porque no hay manteros. No le digo yo que no haya influido, que sé que hay mucho buitre que por comprarse el bolso de Chanel o de Tous por veinte euros (quince, si consigue regatear al que supuestamente le da mucha pena) es capaz de defender lo indefendible, pero quizás si las fiestas no se basaran en actividades ilegales la cosa iría mejor. Cuando yo tenía 20 años en las fiestas no había manteros y había gente a cascoporro.También había atracciones y eso a lo mejor influye, porque por ejemplo faltaron barracas de las "grandes" como pueda ser la noria, que paradójicamente fue el plato fuerte del cartel de las fiestas, se echa de menos. Me han dicho que le pidieron 21.000 euros por instalarse, que son muchos euros de nuestro señor para instalarse en tierras inundables. No fue la única atracción que se echó de menos.

¿La fórmula? Una de ellas quizás sería dejar de obsesionarse por elaborar un programa quilométrico con doscientas chorradas que diluyen las tres o cuatro actuaciones decentes. O incluso en vez de esas doscientas cositas traerse tres o cuatro actuaciones buenas de verdad, hasta cobrando entrada que no pasa nada. Dar cabida a grupos locales, que salen más baratos y llenan lo mismo o más que algunos de fuera, es otra gran medida, que se pone en marcha tímidamente.

Los conciertos fuertes se deben traer los días más flojos, porque por poner un ejemplo, al Domingo das Mozas no le hace falta nada para abarrotar. De hecho el de este año fue espectacular, el más popular de todas las fiestas diría yo. Y si haces algo ese día, como el desfile de ganado, sería bueno no hacer el ridículo como en esta ocasión.

Auryn, que atrajo público y a
los que nos encontramos de noche.
Una curiosidad: el sábado por la noche salimos de pulpada (por cierto, a las casetas, y salimos a 19 euros por cabeza, no veo yo tanto escándalo) y fuimos a tomar algo al Ambigú, en la Tinería. ¿A que no saben quiénes estaban allí tomando una copa?: los chicos de Auryn, a los que nadie reconoció ni se acercó porque el público era más bien talludito y si no fuera por casualidad nosotros tampoco habríamos caído de la burra. Se les veía casi extrañados de no tener un par de cientos de quinceañeras alrededor.

Por cierto, ya que el tema se me va a actuaciones concretas, hay que felicitar a MBC servicios audiovisuales por su espectacular montaje en la fachada del Ayuntamiento. Por hacer una crítica, había demasiada luz ambiental, pero eso obviamente no es culpa de estos chicos, que se lo curraron y convirtieron el Ayuntamiento en un lienzo donde pudimos ver pasado, presente e incluso futuro de Lugo.

Menos mal que no les llovió, porque nos habríamos mojado. Pero claro, ¿quién va a pensar que en Lugo puede llover en octubre?

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