viernes, 29 de julio de 2016

No se pierdan esta tarde el ''Milagro'' de San Vicente, en que manó vino la fuente

Para qué les voy a engañar, echo de menos Lugo Monumental. No a la Asociación en sí, que ahí sigue como debe ser, sino a los compañeros y la actividad que me suponía. Me gustaba y me parecía (me lo sigue pareciendo) que es importante que haya organizaciones independientes que hagan cosas por sus barrios y sus ciudades.

Sin embargo hay momentos en que la morriña se atenúa, y hoy será uno de ellos porque han tenido el detalle de invitarme a ayudarles a poner vino en una nueva edición de “El Milagro de San Vicente (en que manó vino la fuente)”. Será esta tarde a las 20:30 horas en la Plaza del Campo y están todos ustedes invitados.

Como ya sabrán si son de Lugo, y cada vez más aunque no lo sean, el acto consiste en que la fuente de tres caños dedicada a San Vicente ubicada en el corazón del casco histórico, mane vino en lugar de agua. Ese vino es repartido de forma gratuita al público asistente gracias a los patrocinadores. Es un acto muy sencillo pero de una belleza difícil de explicar si no se ha visto, quizá precisamente por su hermosa simpleza.

La fecha elegida, el 29 de julio, es la de la patrona de la hostelería, Santa Marta. Aunque San Vicente es a primeros de abril hace mucho frío así que se pensó en trasladar al verano la celebración y en esta tercera edición consecutiva (se hacía hace ya años pero hay cosas que se van dejando y ésta era una de ellas) espero que se confirme el gran éxito de público al que ya nos tienen acostumbrados.

Encendido de la fuente en 2015 por la Alcaldesa de Lugo
En los años en que tuve el honor de presidir Lugo Monumental una de mis obsesiones fue recuperar esta fiesta. La tenía grabada en la memoria como un acto de los que hacen que una zona destaque, y creo que tiene el potencial de convertirse en una cita anual muy llamativa que atraiga a gente de fuera de la ciudad. Quizás si el Ayuntamiento y alguna otra administración echan una mano en futuras ediciones podría incluso promocionarse para que se vengan personas de nuestro entorno a probar el vino.

Además se culminará en esta cita lo que fue mi último acto como presidente de la Asociación: el nombramiento de la bodega Val de Quiroga, que tradicionalmente se encargó de la ejecución material del “Milagro” como Socio de Honor de Lugo Monumental, una cuestión de justicia y que convertirá a estos buenos amigos de Lugo en la segunda entidad en recoger dicho reconocimiento tras la gran Noemi Mazoy, que lo recibió el año pasado.

Durante un par de años intentamos también recuperar la tradicional “carrera de camareros” y aunque el primer año funcionó razonablemente bien el segundo fue un poco desastroso y decidimos dejarlo correr. Quizás son otros tiempos y las cosas que antes se veían como una sana diversión entre colegas se percibe de otra manera, pero son cosas bonitas que se echan de menos y tal vez habría que dar una pensada para recuperarla.

No le demos más vueltas, quédense con lo importante: hoy a las 20:30 en la Plaza del Campo podrán ver una fuente manando vino… y beberlo gratuitamente. Si eso no es un motivo para darse un paseo, ya me dirán ustedes.

jueves, 28 de julio de 2016

Un año sin O.R.A.... ni puñetera falta que hace

Mañana, 29 de julio, se cumple un año desde que la alcaldesa de Lugo tomó la sabia decisión de suspender el servicio de la O.R.A. en la ciudad.

Tras ríos de tinta en que se explicaban las llamativas condiciones de la concesión, cuyo contrato estaba suspendido por sentencia judicial desde mayo de 2011, y con una de esas eternas investigaciones judiciales en marcha (de las que luego quedan en nada en tantas ocasiones), Lara Méndez tomó una decisión valiente que su antecesor no tuvo el cuajo de asumir: suspender el servicio y acabar con los jugosos y discutibles ingresos de la empresa tras la resolución en que Su Señoría dictaminó que el contrato no era acorde a la legalidad.

Supuestamente el tema se decidió para 8 meses, pero ha pasado ya un año y seguimos igual. De hecho estamos mejor. Los lucenses pueden aparcar en la calle sin que se les aplique un “repago” (recordemos que el impuesto de circulación ya está para sangrarnos anualmente por nuestros vehículos) y personalmente yo no he detectado grandes quebraderos de cabeza, y eso que vivo en una zona donde aparcar es una odisea por el gran movimiento que hay. Ya lo era con la O.R.A. y lo sigue siendo igual sin ella.

Por supuesto hay zonas donde hay problemas para aparcar. Por ejemplo el entorno de los edificios administrativos, juzgados y demás entidades a las que hay que ir “sí o sí” es un caos. También lo son las calles en que se ubican colegios a la hora de entrar y salir los críos. Sin embargo son problemas puntuales que se pueden resolver puntualmente. Es decir, que se pueden establecer zonas de estacionamiento limitado en la calle de Don Luis Cordeiro (la placa apea el tratamiento pero para mí siempre será Don Luis) por las mañanas mientras hay problemas para dejar el coche diez minutos mientras se presenta un papel en la Xunta pero eso no implica que haya que pagar por aparcar en Río Sil.

También hay sistemas que aliviarían el tráfico, como el de organizar el lío que se monta frente a los colegios desde que a los niños aparentemente les puede dar un patatús si andan más de 100 metros, por lo que los papás y mamás no tienen más opción que pararse en medio y medio de los carriles de tráfico para recoger a sus criaturas. Me pregunto cómo pudimos sobrevivir nosotros, que íbamos andando (y solos) al cole todos los días desde que tengo memoria.

Lugo no tiene O.R.A. ni puñetera falta que le hace. Calificaba al principio de sabia la decisión de su suspensión, pero como les decía ayer a nuestro Gobierno Municipal le falta dar un paso más, atreverse a seguir la senda que sus propios actos dicta, y tener la valentía de decir “no, aquí no volverá a haber que pagar por aparcar en la calle”. Pero no lo hacen, se han quedado a medias en un extraño limbo en que no se sabe muy bien qué va a pasar.

Reunión sobre la O.R.A.
Por una parte la Ordenanza Reguladora de Aparcamientos sigue en vigor, con lo que se incumple pero sin mayores explicaciones. Por otra, el nuevo proyecto que suponía extender la O.R.A. a medio Lugo y, encima, limitar a dos horas el aparcamiento sería un disparate mayúsculo en nuestra ciudad. Esto se planteó en una reunión en que algunas asociaciones, contra toda lógica, respaldaban esa postura tan surrealista.
Estamos en esos puntos medios en que se tiene a todos en vilo esperando la fumata blanca en que se nos informe de qué han decidido nuestros sabios próceres, y mientras tanto la ciudad sobrevive sin mayores desgracias a la inexistencia de los parquímetros.

La indecisión tiene además un efecto colateral negativo, que es el tema del personal que trabajaba en este asunto. En este tema no debo extenderme demasiado pero simplemente indicar que es muy injusto que esta gente lleve un año esperando saber qué va a ser de su futuro. Una decisión firme permitiría al menos aclarar su situación y que la empresa les indemnice, pero en este momento muchos ya agotaron el paro y siguen esperando a ver qué pasa con sus trabajos.

Y así seguiremos, previsiblemente.

miércoles, 27 de julio de 2016

Bravo el "gasto para aprender a gastar" de Carmen Uz

Pocas personas reflejan con tanto acierto la realidad de la ciudad de Lugo como Carmen Uz, periodista de El Progreso que escribe la columna “A semana do revés”, donde analiza los temas con profundidad y un envidiable sentido crítico con el que dispara a todo el que se mueve, casi siempre con razón.

Uz tiene el acierto de contrastar sus opiniones antes de publicarlas, de ver todos los puntos de vista, y una vez analizado el tema forma su opinión y es cuando escribe esos casi siempre acertadísimos artículos que cada vez leo con más agrado. Se aleja del perfil de “periodista canalla”, que dice tonterías solo por llamar la atención e intentar convertirse en el “enfant terrible” de la sociedad lucense, ya que ella es respetuosa incluso desde su discrepancia.

El pasado día 24, y llamativamente en la página opuesta al anuncio del que les hablaba ayer, el de O Carme, analiza el viaje realizado por ¡¡15 personas!! a Italia para aprender a gestionar. Bajo el título “Gasto para aprender a gastar”, la periodista analiza el proyecto Lugo+Biodinámico, un chiringuito que costará, al menos, 1,7 millones de euros que pone la Unión Europea, 540.000 del Ayuntamiento y 526.000 de la Diputación.

La idea no suena mal: aprovechar el potencial forestal autóctono para impulsar la construcción basada en la madera. El problema es que tampoco sonaban mal el CETAL y sus nosecuantos miles de puestos de trabajo, o el parque de nuevas energías (que menciona Uz en su artículo) y que costó 800.000 euros (182.000 de la Unión y el resto del Ayuntamiento) y que fue un sonoro fracaso, teniendo que desinstalar los paneles solares porque consumían más de lo que producían.

La pregunta que se hace Uz y que traslada a los lectores es la siguiente: ¿es necesario que vayan 15 personas a ver cómo hacen en Italia para construir casas de madera? ¿Qué pintan ahí la alcaldesa, un concejal y una diputada? ¿Y qué hacen tres funcionarios en la comitiva? ¿Acaso esos seis representantes públicos (cada uno en su medida) se van a poner a construir casas de madera?

Insisto en que el plan no es malo. Convertir los márgenes de Duquesa de Lugo en un frondoso bosque de aprovechamiento maderero no me parece mala idea. Tampoco lo sería terminar la avenida, por cierto, que ya va siendo hora y no se comprende cómo hay esa especie de intermitencia entre uno y dos carriles en tan pocos metros. Lo curioso es la expedición y su composición.

Lugo tiene muchos frentes abiertos en este momento. No es que haya que renunciar a nuevas ideas y proyectos, solo faltaría, pero quizás sería más aceptable que esas nuevas metas se asuman de otra forma.

La alcaldesa es una persona que ha traído un nuevo aire en la forma de hacer del Ayuntamiento. Le falta un pelín para hacerlo bien, y desde luego si algo le caracteriza es que es amable incluso con los críticos, lo cual le honra sincera y profundamente. Conmigo, sin ir más lejos, es una persona encantadora, quizás porque entiende que las críticas las hago con sinceridad, igual que le aplaudo cuando acierta.

Sin embargo mantiene tics heredados de sus padrinos políticos (Besteiro y, en menor medida, Orozco) en que pone el mensaje sobre la acción, las formas sobre el fondo, y eso es grave. Entiendo que se dedica a la política y que ahí hay que vender lo invendible porque en eso les va el futuro en la poltrona, pero todo tiene unos límites y hay que mantener un equilibro que aquí, si bien es cierto que es más cercano, no se da.

Ojalá mejore lo que le falta. Lleva un año y pico en la alcaldía y ha demostrado que es diferente, pero le falta un empuje importante, posiblemente derivado en gran parte de las personas que la rodean. Por el bien de todos, espero que simplemente fuera experiencia y que ahora que la va teniendo lime esas cuestiones.

martes, 26 de julio de 2016

Pagamos un anuncio que dice una media verdad

Ayer, día de Santiago y día de Galicia, y los periódicos amanecieron llenos de anuncios pagados por empresas importantes (Estrella Galicia, Viesgo y demás) felicitando la fiesta autonómica a los propios.

Sin embargo, el día anterior, el Ayuntamiento de Lugo ya se adelantó a todos y pagó un anuncio de media página en algún medio local para “vendernos” su gran “mérito” en el pago de las expropiaciones de O Carme, un tema que lleva décadas dando vueltas por ahí.

Entre las cosas llamativas está que en dicho anuncio no figura que lo sea. No pone “publirreportaje” ni “noticias de empresa”, ni otra leyenda que permita explicarnos que no es un artículo periodístico, sino simplemente propaganda. Solo la maquetación nos puede dar una pista, unido a la vergonzosa redacción que parece propia de un ministerio de los años 40, ya que obvia información fundamental y se centra únicamente en el “loor y gloria” a la administración que paga (con nuestro dinero) el anuncio. 
 
Por ejemplo, centra los méritos en el actual gobierno, lo cual podría entenderse como una forma de decir que Orozco no pegó palo al agua. También culparía en este tema al PP, pero eso es una obviedad que no hace falta ni decir porque todo lo que funciona mal en Lugo, según el mantra heredado del anterior alcalde, es culpa de la “herencia recibida” hace casi 20 años, de la Xunta o del Estado cuando no es de los suyos.

No se dice nada de que el pago se produce tras más de 20 años de la sentencia que obliga a dicho abono. Es decir, que el ayuntamiento ha peleado como gato panza arriba para no pagar, y lo hace cuando no le ha quedado más remedio tras sucesivas derrotas legales… pero lo venden como un acto de “justicia” (en eso tienen razón pero no en el sentido en el que lo dicen) y poco menos que “graciosa majestad”.

Obvian también que, entiendo que ante la proximidad de las anteriores elecciones locales, el gobierno de Orozco aprobó en abril de 2015 hacer el pago de la deuda. Evitan mencionar la presión ejercida por los partidos de la oposición: por ejemplo no hace ni tres meses que Carlos Portomeñe logró que se aprobara en Pleno una iniciativa para que se pagara a los propietarios.

Tampoco se dice que tuvieron que reconocer públicamente que no se había pagado antes a los acreedores porque faltaban técnicos en el ayuntamiento y que por esa causa se atascó administrativamente el tema…

Vamos que el anuncio que pagamos entre todos dice única y exclusivamente la versión dulce, una verdad a medias que no deja de ser una falsedad. Aquí no se trata de opiniones sino de hechos. A la vista del anuncio da la impresión de que estuvieron esperando 20 años a que llegara el Santo Advenimiento a iluminar a nuestro gobierno local y que se dieran cuenta de que los demás eran todos unos zotes o personas malas, malísimas.

Así se escribe la historia, cuando la paga una parte interesada, claro.

viernes, 22 de julio de 2016

¿Por dónde se puede ir en bici y por dónde no?

Hace algún tiempo alguien preguntó en un grupo de Facebook si se podía subir a la Muralla de Lugo en bicicleta. Hubo respuestas para todos los gustos: que sí porque se puede circular por zonas peatonales, que no porque es peatonal, que mientras no te pillen… (esto último como casi todo).

Creo que la respuesta es bastante obvia: No. La Muralla, aunque se utilice como una vía pública realmente no lo es, es un monumento, un Patrimonio de la Humanidad, y no parece lo más adecuado que aunque esté abierta al libre paseo se utilice ningún tipo de vehículos, aunque sea uno como una bicicleta que realmente es más un par de ruedas para peatones que otra cosa.

Creo que es sabido que soy un firme defensor de las bicicletas. De hecho cuando el Ayuntamiento pretendió prohibir su circulación por las zonas peatonales fui uno de los más firmes opositores a dicho veto, y se consiguió que la nueva ordenanza incluyera en su artículo 51 la mención expresa de que sí pueden circular bicicletas en zona peatonal.



Se me dijo de todo, incluso recuerdo que me acusaron de hacer peligrar la vida de las personas mayores, posibles víctimas de atropellos, como si decir que una bicicleta pueda entrar en zona peatonal es igual a permitir que vayan como si estuvieran en el Tour de Francia. Pues no. En fin, cosas que se dicen.

Otro de los grandes asuntos es si las bicicletas pueden circular por las aceras. Obviamente no. Digo “obviamente” porque en Lugo las aceras son estrechas. Vale que a lo mejor te coincide que vayas por una acera totalmente vacía (pongamos la interior de la ronda cuando no hay nadie) y en ese caso puedo entender que pases por ahí, pero teniendo siempre en cuenta que la prioridad absoluta es del peatón y que no se le puede molestar bajo ningún concepto.

La prohibición, sin embargo, no puede ser absoluta porque no me digan que no sería ridículo multar a un niño de 4 años en su triciclo por circular por la acera.

Por último está el asunto de parques y jardines. Es totalmente absurdo que no se pueda circular por el parque de Rosalía de Castro y sus amplios paseos, aunque vería normal que en el del Rato sí se impida pasar porque no caben peatones y bicicletas. Es una cuestión de puro sentido común.

En fin, ante la duda les recomiendo leerse la ordenanza municipal de tráfico pero por lo demás utilicen la lógica. Suele funcionar.

jueves, 21 de julio de 2016

La Ribeira Sacra se quedará sin ser Patrimonio de la Humanidad por pereza de algunos... o por algo peor

Hace un tiempo el anterior Valedor do Pobo, por cierto compañero mío de facultad, propuso la candidatura de la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad. Hoy, tras ingentes cantidades de dinero (público, por supuesto) despilfarrado en informes y tonterías varias que no han servido de nada, parece que la cosa se queda en agua de borrajas.

Espectaculares paisajes en la Ribeira Sacra
¿Quizás es que no cumple los requisitos de la UNESCO? No, no es eso. ¿Tal vez ha habido algún problema porque la competencia era muy dura para entrar en el listado? Tampoco… Ha sido una cuestión de desidia, de que se “ha pasado de moda” el tema y que las administraciones implicadas prefieren dejarlo correr.

La Ribeira Sacra, llamada así aparentemente por la gran cantidad de monasterios y edificios religiosos de la zona (se pueden contar 18 monasterios entre los que está el hoy Parador de San Estevo de Ribas de Sil), es un paraje natural espectacular que tiene poco que envidiar a algunos de los supuestos panoramas más bellos del mundo y que viajamos horas de avión para visitar. Este está a hora y pico de coche y mucha gente ni lo conoce.

Santa Cristina de Ribas de Sil
Arquitectónicamente predomina el románico, lo que hace que situemos en hace más de mil años la implantación de las diversas órdenes religiosas que encontraron en este páramo de paz y belleza natural un perfecto alojamiento para su vida de retiro espiritual. Quizás porque el románico es mi estilo favorito sea por lo que me atrae tanto la zona.

Por si esto fuera poco, la llamada “viticultura heroica”, que es la que practican las bodegas instaladas en las escarpadas laderas de los montes que caen hacia el río, es un atractivo más de la zona, tanto cultural y gastronómica como turísticamente.

Con todos estos mimbres el cesto de la declaración como Patrimonio de la Humanidad parecía coser y cantar. Cosas más tontas han metido en el listado y con muchos menos méritos. Pero no, chocamos con la burocracia y sus incongruencias, y sobre todo con la política y sus maldades.

Todo empezó con buen pie. Las Diputaciones de Lugo y Orense se unieron para promocionar la zona e impulsar la declaración, con el apoyo de la Xunta y de los ayuntamientos afectados. Sin embargo parece que, como se suele decir “pasou o día e pasou a romería” y una vez explotada convenientemente la publicidad política del asunto, con autobús y fotos en los medios incluidas, la cosa se fue apagando.

Una vez hecha y vendida la foto
la finalidad parece lo de menos
Hoy en día parece que el único interesado en el tema es Darío Campos, presidente de la Diputación de Lugo, que intentó reflotar el tema con escaso éxito ya que a la reunión que convocó no acudió nadie. Absolutamente nadie. Ni Xunta, ni Diputación de Orense ni el nuevo Valedor do Pobo.Un grave error por parte de estas tres administraciones, que tienen en común ser del PP (el Valedor relativamente, pero nombrado por el Parlamento de Galicia en que ese partido goza de mayoría aboluta). ¿Acaso es un tema de partido? ¿Es posible que el PP tenga algún interés en torpedear esta declaración de Patrimonio de la Humanidad? Si es así que expliquen por qué inmediatamente... si es que pueden explicarlo, que lo dudo.

Parece mentira que tras gastos como los 100.000 euros que hemos pagado (entre todos, como siempre) para la candidatura, sin contar los que ha metido cada administración por libre en explotar el asunto a la caza del voto, quede en nada sin explicación alguna. ¿Tan poca fe tienen algunos en la Ribeira Sacra y sus posibilidades? ¿Nos encontramos con un nuevo caso de buenas ideas que no tienen respaldo porque no son aprovechables electoralmente?

Una pena. Ojalá esto cambie y reflexionen porque aunque la declaración no sea la panacea que muchos piensan, por supuesto ayuda a impulsar el conocimiento de un área que rivaliza en muchos aspectos con algunos de los lugares más visitados del mundo.

Ahí es nada.

miércoles, 20 de julio de 2016

Algunas ideas para San Froilán... con tiempo

Aunque parezca mentira en pleno mes de Julio y con el calor que nos abrasa (quizás precisamente por eso) no dejo de pensar en San Froilán. Faltan dos meses y pico, y aún se está a tiempo de todo, y por eso escribo hoy este artículo con el ánimo positivo de que nuestro Ayuntamiento (si es que llegan a leer este humilde blog) se plantee algunos cambios.

El cartel elegido (el de la izquierda)
no es que ayude a promocionar las fiestas.
Foto: El Progreso
Es vox pópuli que el Arde Lucus está desplazando a las patronales como fiesta principal de la ciudad, y esto, aunque tiene mucho que ver con la participación de la población, se percibe como negativo por la gran tradición de nuestras fiestas de Octubre. Tal vez no tengamos que elegir y podamos compatibilizar ambas, cada una con su personalidad.

Además de eso, hay que tener en cuenta que Lugo cierra el calendario de las fiestas de verano (ya metiéndose en otoño en realidad) con las patronales de San Froilán, y eso hace que tengamos la responsabilidad colectiva de poner un broche de oro al fantástico calendario veraniego de Galicia.

Lo de que coincida en elecciones, aunque es algo que no debería influir influye, y vaya si influye, así que un éxito en las fiestas puede traducirse (por si alguien está pendiente de eso, que lo estará) en algún que otro voto, más buscados que los Pokemon.

San Froilán nació como todas las fiestas patronales, como una feria de productos agrícolas y ganaderos, y como tal debería continuar. No estoy diciendo que haya que hacer un mercado ganadero… pero tampoco veo por qué no puede ser una parte importante de las fiestas. ¿Qué tiene de malo convocar en la Plaza de Abastos un gran mercado para las fiestas? ¿Acaso no están cada día más cotizados los huevos camperos y los productos de la aldea si lo son de verdad? Un mercado diario en esos cinco o seis días podría funcionar, o al menos dos de los principales.

El desfile de ganado, que había recuperado el BNG (para que luego me achaquen que nunca digo nada bueno de ellos) es una de las atracciones más divertidas y propias de la fiesta. No solo no lo eliminaría sino que lo potenciaría, dando a las fiestas un enfoque más de pueblo, que es lo que, por suerte, aún somos.

Si Iron Maiden pudo ir a Viveiro, ¿por qué
en Lugo no puede venir una gran actuación?
Foto: La Voz de Galicia
En cuanto a las actuaciones, si me preguntaran, les diría que yo huiría de la estúpida costumbre de rellenar el programa con cientos de actos chorras. Me parece mucho más sano que en lugar de presumir de traer 300 actividades tirando a normalitas se centren en un par de grandes conciertos. No sé lo fácil o difícil que es que venga un artista de la talla de Elton John, pero si Iron Maiden vino a Viveiro, ya me dirán por qué no podemos traer a Lugo a otro nombre de esa popularidad.

Tampoco veo nada malo en cobrar entrada. Un concierto de gran calidad no tiene que ser gratis ni mucho menos. Si consigues que venga Adele (ya, ya lo sé, es casi imposible pero si no se intenta no queda ni el "casi") aunque cobres por la entrada lo que tengas que cobrar llenas fijo.

Hay gente para todos
Por último, permitiría que se instalaran puestos de comida callejera con pocas limitaciones. Me refiero a que no entenderé jamás por qué tiene que haber únicamente cuatro casetas para el pulpo y no diez o veinte o las que se demanden por parte del público... y que estén únicamente los días de las fiestas, por supuesto. Eso de tirarse todo el mes ahí no lo veo, y frente al argumento de “es que no sale rentable ese montaje para nueve días” está la respuesta de “pues no hagas ese montaje”. Las casetas del pulpo deberían volver a ser eso, casetas, y no esa especie de restaurantes móviles a que se han acostumbrado, y lo de estar tirados un mes en el parque no lo entiendo. Si se puede montar y desmontar una montaña rusa o una noria para ocho o nueve días, también se puede hacer lo propio con una caseta, sobre todo si vuelve a sus orígenes.

Este año se ha “subido” el precio del pulpo. Pasa de 7,20 euros la ración a 8, pero también se compensa en que la cantidad sube de 200 a 250 gramos, con lo que el precio por kilo no solo no aumenta sino que se reduce un pelín. Me parece bien, la verdad. Las raciones eran demasiado pequeñas y el precio es más que razonable.

Son cositas sueltas, pero bueno, para ir dando ideas con tiempo. Luego no digan que uno no intenta ser constructivo.

martes, 19 de julio de 2016

Iván y Alberto, o cuando la desgracia toca más cerca

La mayoría no escarmentamos en cabeza ajena, o al menos nos cuesta interiorizarlo. Solo cuando una cosa pasa en nuestro entorno o afecta a alguien a quien queremos nos damos cuenta de la importancia relativa de algunas cosas a las que damos mucho protagonismo en nuestras vidas y viceversa.

El otro día leí en la prensa la noticia de los dos chavales que murieron en un camión en la A6 en Madrid. Le di la importancia que tenía para mí en ese momento, en que piensas “pobres chicos” y al cabo de un rato se te va de la cabeza. Ese mismo día o al siguiente vi en Facebook un comentario de una persona que hablaba de que había llevado su tarta favorita a uno de los chicos y a los tres días una corona. Me tocó más de cerca, a pesar de que no identifiqué de primeras a quien hizo el comentario porque en su perfil tiene un tema profesional y me despistó. Hoy volví a ver el comentario y caí en la cuenta de que es una amiga, y que el fallecido es su primo. Y ahí es cuando empecé a sentirlo más cerca.

Sabiendo más de la historia es todavía peor. La madre del chico que conducía el camión falleció hace pocos años y él era hijo único, así que imaginen al pobre padre del muchacho cómo estará. Treinta y pocos años tenían tanto Iván como Alberto, el otro camionero que murió en el mismo accidente.

Cuando pones nombre y apellidos, caras y familias a las desgracias y las ves cerca te afectan más. Me sorprendo siempre que veo esos comentarios de que somos todos unos cabrones porque nos solidarizamos con lo de Niza pero no con atentados en países que mucha gente no sabe ni situar en el mapa, pero no deja de tener una cierta lógica ese comportamiento.

Hay una frase que decía House, el cínico médico de la serie de televisión, que me pareció cruel pero cierta aunque provenga de una ficción (como casi todas las obras maestras de filosofía, o ¿es que alguien piensa que la caverna de Platón existía realmente?). Creo que ya la mencioné alguna vez: “hay un imperativo evolutivo por el que nos importa nuestra familia y amigos, y hay un imperativo evolutivo por el que no nos importa una mierda nadie más".

Cuanto más lejana sucede una desgracia más muertes tiene que haber para que nos conmocione. Funcionamos en círculos concéntricos porque lo que nos afecta tangencialmente no nos influye y por eso no es portada de los periódicos un asesinato que ocurre en otros países pero sí el de nuestra ciudad.

Posiblemente esto nos indique que el ser humano es tremendamente egoísta, pero también puede que sea una forma de supervivencia. No podemos estar fustigándonos por todas las desgracias que en el mundo son, el problema es pasarse de frenada y que tampoco nos influyan las próximas. Por otro lado, es difícil definir “próximo” en estos casos.

El de Iván y Alberto desde luego lo es. Uno vivía en la Piringalla y otro en la zona del antiguo hospital. Vecinos nuestros, probablemente casi todos conocemos algún familiar suyo o algún amigo aunque no lo sepamos. Nos habremos cruzado por la calle que ellos y habremos ido a los mismos bares a tomar algo.
Dos chicos que han perdido la vida cuando empezaban lo mejor y que dejan dos familias hechas polvo y una enseñanza a todos: vive, disfruta cada día y recuerda que estamos aquí de prestado. Una enfermedad fulminante, un volantazo, una mala caída… y todos los “te quiero” que no dijiste se quedan para siempre en la nada.

No temas llorar, reír, amar y hasta sufrir. Es la vida, y si algo he aprendido con los años es que uno se arrepiente siempre mucho más de lo que no hace y no dice que de lo que hace y dice. El tiempo del que disponemos es limitado... utilízalo.

lunes, 18 de julio de 2016

El baño (cual Palomares) de Rubén Arroxo (antes Arrojo)

Siguiendo su poco recomendable táctica de “sostenella y no emendalla”, Rubén Arroxo (antes Arrojo) emuló a Manuel Fraga en su etapa de ministro franquista y se dio un baño en el Miño cual si fuera Palomares. El objetivo no era asegurar la idoneidad del río, sino todo lo contrario, afirmar sin rubor que en el punto donde Jaime Castiñeira propuso hacer la playa fluvial, con el apoyo del BNG (del de hace un par de años, el que tenía algunos votos, no del de ahora), no hay calado suficiente para ejecutar dicha obra.

Zona propuesta para la playa fluvial
No sé si a ustedes les pasa pero yo en ocasiones busco las gafas con ellas puestas. Son cosas de despiste y cerrazón, en que te obcecas en dar por sentado algo que todos los demás ven una tontería, pero que sigues manteniendo porque una pequeña nube, como decía la canción, te borra el juicio en determinado momento. Nos pasa a todos, creo yo, y no pasa nada por recular y decir que uno se ha equivocado. 
 
No sé si el BNG ha reculado en algunas de sus más que discutibles aseveraciones del pasado, como aquella vez que se opusieron a la AP9 porque era una “navallada” a Galicia, por poner un ejemplo. Ahora parece que algo similar les ocurre con lo de la playa fluvial, que con tal de oponerse a algo que hace no demasiado veían positivo toman medidas que pasan por lucir el palmito en el Miño aunque sea con un fin tan discutible como evitar que se haga la playa fluvial de Lugo en un sitio idóneo para ello.

¿Que hay poco calado? Ya lo sabemos. A lo mejor influye el caneiro que estaba y, hasta donde yo sé, continúa roto. Esto hace bajar el nivel del agua, como es evidente, porque aunque les pueda sorprender a algunos (no a los que usan el más elemental sentido común) el volumen de agua que pasa por el punto propuesto es exactamente el mismo que pasa por el Fluvial. Ni un litro menos. De hecho la incorporación del Rato supone un aumento (ridículo, pero aumento) del cauce.

No hace falta ser físico para caer en que si el volumen de agua es el mismo, y la anchura de la ribera es similar (unos 60 o 70 metros aproximadamente) hay algo que varía, y no es otra cosa que el caneiro que hay en el Fluvial y que sirve de presa para que los lucenses se puedan bañar aprovechando el embalse de agua.

¿Habría que hacer un nuevo embalse en el Miño para crear la playa fluvial? Probablemente no, con aprovechar uno de los caneiros existentes, quizás reforzándolo y dándole un poco más de altura (lo que los técnicos considerarán, entiendo, en el hipotético proyecto) es más que suficiente porque tampoco se trata de hacer una escuela de submarinismo.

Rubén no me cae mal, más bien al contrario. Es una persona afable y normalmente me parecía razonable, si bien esto empezó a tambalearse cuando vi que llamaba “hombre de paz” a Otegui. Es un error de bulto, similar al que cometió Chamberlain cuando hizo la misma apreciación de Hitler, pero si bien la Historia dejó claro que esos términos hay que usarlos con más cuidado, en el tema del Miño no creo que se metan con igual intensidad.

No se trata de juventud o de experiencia, no seamos demagogos. Una persona de 30 años puede tener tantas o más ideas buenas para la ciudad que una de 60. El problema es cuando no se difunden propuestas sino torpedos por razones que, como hablábamos en un artículo anterior, nada tienen que ver con la ecología o el interés de los lucenses sino con política.

viernes, 15 de julio de 2016

La guerra en casa

Aunque es una obviedad decirlo, el objetivo principal del terrorismo es crear terror, como su propio nombre indica. Lo están consiguiendo, no creo que nadie lo dude. Los reiterados golpes dados en diferentes puntos de Europa hacen mella en el ánimo de cualquiera y nos recuerdan que nadie está a salvo.

Ya no se trata de unos tipos vestidos de musulmanes que secuestran unos aviones y los estrellan contra las torres gemelas, no es una cuestión de grupos paramilitares preparados, es cualquiera. Un chaval con una metralleta o un tipo con un camión de gran tonelaje. Es imposible saber quién será el próximo y dónde atacará y eso nos crea a todos un estado de cierta intranquilidad que es justo lo que persiguen.

La semana pasada estuve con mi familia en Roma. Estaba totalmente plagada de policías y militares que, de forma ostentosa, portaban armas y situaban coches castrenses en puntos clave. Evidentemente estaban ahí no tanto para vigilar como para darnos a los demás una falsa sensación de seguridad, si bien entiendo que además de esos efectivos habría tantos otros o más mezclados con el público.

Aun así la tranquilidad que disfrutábamos antes se ha roto. Cuando volábamos hacia la capital italiana no crean que no se nos venía a la cabeza lo que había ocurrido en el aeropuerto de Estambul, o las amenazas de atentados en toda Europa.

En otra escala la situación es similar a la sensación que había cuando ETA mataba día sí y día también, cuando ponían bombas en supermercados y pegaban tiros al que se les ponía por delante. En España hemos vivido el terrorismo muchos años y la sensación es relativamente familiar, con la diferencia de que ahora se busca la masacre del civil para ganar espectacularidad y titulares.

Estamos en guerra. No es una sucesión de batallas militares como las acostumbradas, sino de ejercicios de terror y de destrucción de la población. Lo malo de este nuevo panorama es que no es suficiente con enviar un par de portaaviones y mandar unos misiles de esos que son tan listos que esquivan árboles para matar a su objetivo. Aquí la destrucción es más inesperada y más indiscriminada, y mucho más dificil de atajar.

¿La solución? No seré yo uno de esos gurús que aseguran que “lo que hay que hacer es…”, pero parece que nuestra táctica actual de esperar a que los servicios de inteligencia corten todos los intentos de masacre no funciona como debiera. Nadie entienda una crítica a esos servicios, que realmente hacen lo que pueden y es imposible controlar todo, pero es lo que hay.

En su momento muchos sentíamos una cierta animadversión a los vascos en general aunque tuviéramos muy queridos amigos de allí, porque entendíamos que una parte de la población apoyaba aquellas acciones o sus fines. Sobre todo al ver las elecciones. No veíamos la firme condena por parte de todos los sectores que esperábamos y eso nos convertía en injustos con la parte que sí lo hacía. Al menos yo confieso ese pecado, igual que confieso que ahora siento cierto resquemor cuando veo un turbante.

No se trata de racismo, porque aquí hablamos de credos no de razas, sino de desconfianza hacia quienes representan una ideología que está intentando aterrorizar a nuestro gran país, la Unión Europea, y al resto de occidente. Por supuesto que no son todos los que están pero creo que es humano estar preocupado. No es justo, lo sé, pero es lo que hay. Igual que cuando se hace mención a pederastas y muchos piensan en la Iglesia o de corrupción y se piensa en políticos, generalizaciones falsas pero que están ahí y en las que pagan justos por pecadores.

Precisamente si consiguen romper la tolerancia y el respeto que en occidente se debe sentir hacia la diferencia, habrán logrado una parte importante de su objetivo: destruir la esencia misma de la civilización y convertirnos en personas igual de intransigentes que ellos. Conmigo al menos me temo que lo están empezando a conseguir.

jueves, 14 de julio de 2016

¡Playa fluvial ya!

Gracias a La Voz de Galicia de ayer supimos que lo que el BNG considera hoy una “bestialidad” lo apoyó hace un par de años Se trata de la ubicación propuesta por el PP para la esperada y ninguneada playa fluvial de Lugo. Puede sorprender una contradicción tan flagrante, a menos que se busque una explicación lejos de la ecología o la idoneidad o no de la idea. Es política, de la mala pero política.

Ejemplo de playa fluvial en un pequeño pueblo de Castilla
Cuando apoyaron la propuesta del PP eran otros tiempos. Venían las municipales y el objetivo era destruir a Orozco a cualquier precio, aunque fuera votando con el PP. Tocaba salvar los muebles para alejarse del Garañón y de las demás tropelías cometidas por el PSOE lucense. Los lucenses tenían que olvidar la complicidad ocasional de los nacionalistas.

Ahora es diferente. Se avecinan las autonómicas y el Bloque tiene que intentar torpedear al PP como sea, incluso desdiciéndose en cuestión de meses de sus propios votos. Contra el PSOE son más cuidadosos porque saben que solo pueden pisar moqueta en la Xunta con la rosa en la mano, en caso de que el aparentemente imbatible Feijoo pierda la mayoría absoluta.

Por lo demás, la propuesta de Jaime Castiñeira es acertada. La ubicación solventaría muchos problemas ya que la zona tiene un amplísimo aparcamiento en el Palacio de los Deportes, está cerca de la zona universitaria, cuenta con la pasarela peatonal sobre la Nacional VI y resolvería por fin la abandonada y asilvestrada conexión de los parques del Rato y el Miño, cerrando uno de los puntos conflictivos del cinturón verde de Lugo.

Se trata de dar servicio a los lucenses, y la propuesta lograría hacerlo reduciendo los costes a la compra de los terrenos y el adecentamiento de la zona, y además podría rendir cánones al Ayuntamiento con la explotación de servicios añadidos como una cafetería u otras instalaciones adecuadas.

Lo que está claro es que los lucenses llevamos años esperando por la playa fluvial y que no podemos seguir con estos juegos por más tiempo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 14 de Julio de 2016

miércoles, 13 de julio de 2016

Los vergonzosos insultos a la memoria de Víctor Barrio

Como ya les he dicho alguna vez no me gustan los toros. No siento la más mínima simpatía por la llamada fiesta nacional ni un atisbo de interés por ir a ver una corrida a una plaza, ni siquiera por la curiosidad de saber qué es lo que le gusta tanto a sus aficionados.

El firmante de esta bestialidad es, por lo visto, maestro...
Hacer de la tortura y muerte de un animal un espectáculo me recuerda bastante a los sanguinarios placeres que obtenían los romanos en sus circos y coliseos observando cómo bestias de diferentes tipos se despedazaban entre sí, o directamente disfrutando de personas matándose para mayor gloria del Imperio. Repugnante en mi opinión.

Sin embargo hay cosas que me dan todavía más asco. Los comentarios que he tenido la desgracia de leer en las publicaciones de la prensa sobre la cogida y muerte del torero Víctor Barrio me han parecido tan escandalosas, tan macabras y de un gusto tan atroz que me inclinan a apoyar al mundo del toro aunque solo sea por contraposición a esos desgraciados que asimilan la vida de una persona con la de un animal.

Siguiendo la absurda lógica del que llama “asesino” a un torero, imagino que los que comemos filetes de ternera somos equiparables a los que se comen bebés, ya que no dejan de ser crías unos y otros. Por la misma regla de tres comer huevos fritos ya debe ser lo peor, si bien es llamativo que suele coincidir que quien ataca el toreo también está a favor del aborto humano, cuestión de difícil encaje teniendo en cuenta la óptica de que “cualquier vida es sagrada”.

Francamente estoy contra la prohibición de los toros. Como liberal me rechina cualquier prohibición por su misma esencia, y soy un firme defensor de la libertad de cada cual para hacer lo que considere conveniente siempre que no afecte a terceros. No creo en los derechos de los animales como tales, ya que si aceptamos que podemos comernos una vaca o un cerdo tenemos que tragarnos que estos seres no tienen derecho a la vida, con lo que es difícil defender que tengan otros.

Lo que sí entiendo es que estar contra la tortura a un animal no es una cuestión de derechos del mismo, sino de la patología que demuestra en el maltratador. Me cuesta trabajo pensar que quien mutila y asesina a un perro o un gato pueda ser una persona normal y con el tema de los toros, si bien reconozco una contradicción porque no tengo la misma carga emocional, ando cerca y aunque entiendo que se acepta y defiende esa actitud por una tradición brutal que hemos heredado de nuestros antepasados, no me gusta.

No defiendo el toreo por ser una tradición. También lo eran la ablación o las hogueras de la Santa Inquisición y nadie en su sano juicio pide su vuelta. Defiendo el derecho de alguien a torear y de otros a verlo, si bien insisto en que me repugna el espectáculo como tal… y por supuesto defenderé a muerte la honorabilidad y la memoria de un pobre chico que perdió su vida haciendo lo que él consideraba un arte y una tradición aunque yo no lo comparta.

Vergonzoso, y encima escondiéndose
como casi todos los que insultan Internet
Víctor Barrio dio su vida porque “más cornás da el hambre”. Que no estemos de acuerdo con su forma de ganarse la vida no implica que podamos insultar su memoria ni muchísimo menos. Él era consciente del riesgo, pero eso no es excusa para decir las barbaridades que se dicen y se escriben, porque si seguimos esa lógica los montañeros que tienen accidentes deben dejarse morir en las laderas en lugar de mandar un helicóptero a buscarlos.

No veo a quienes tanto dicen de los toros luchando por los derechos de vacas, pollos o cerdos, cuyas vidas suelen ser terribles para morir entre sufrimientos. No creo tanto en su sinceridad como en un tema de trasfondo político, y eso les resta credibilidad. 

Los insultos a Víctor Barrio lo que les quita no solo es la razón, sino la humanidad que puedan tener. Entiendo su oposición al toreo, pero no lo siguiente. Hay que ser respetuosos por ambas partes, que también he visto que algún torero se ha encendido y ha reaccionado muy malamente a los insultos contra su compañero fallecido. Puede ser entendible su rabia, pero no ni es aceptable ni respetable su respuesta.

martes, 12 de julio de 2016

El jamón de Obama y los regalos de Estado

Hace años, en casa de una amiga, lamentablemente hoy fallecida, me llamó la atención una pequeña y preciosa locomotora de plata. Se veía que era un trabajo antiguo y artesano y le pregunté por su origen. Me contó que era una reproducción del ferrocarril Barcelona-Mataró, que un antepasado suyo (su abuelo o bisabuelo no recuerdo ahora) había financiado y de la que solo se habían hecho dos. “¿Y la otra?”, le pregunté. “Pues estará por la Zarzuela porque se la regalaron a Isabel II”, me dijo con toda naturalidad.

El tema de los regalos a los monarcas y demás es llamativo. Puedo comprender que cuando acuden a una cuestión privada se les quiera hacer un detalle, o incluso que cuando visitan una ciudad el alcalde les entregue un libro o algo propio del lugar. Pero nunca he comprendido la costumbre de los regalos de Estado.

Eso de que venga un presidente de donde sea, pongamos Estados Unidos porque es el que tenemos ahora por aquí, y haya que agasajarle con una antigüedad o algo para que se lleve a su residencia y quede allí para la eternidad no lo pillo. No me refiero al valor económico del regalo, que bastante más cuesta la seguridad y toda la parafernalia que conllevan estos temas, sino al hecho en sí de que haya que “darle algo”, como si de un premio se tratara. Luego hablamos del jamón.

Los americanos en esto nos llevaban bastante ventaja, y hace ya tiempo que instauraron el principio de que los regalos recibidos por el Presidente que pasen de un valor determinado se incorporan al Patrimonio del Estado. Es una forma bastante honrosa de sacarse de encima el problema, y también de deshacerse de la enorme cantidad de trangalladas que recibirá el bueno de Obama y los demás presidentes. Por otra parte, es de suponer que también sería lógico que si algo le gusta mucho de verdad y se lo quiere quedar lo pueda comprar por su valor de tasación.

En España el ascenso al trono de Felipe VI supuso un cambio en la política de transparencia de la Corona, bienvenida sea. Se aprobó una normativa sobre el tema de los regalos que es un buen primer paso, y que deberían aplicar los demás poderes del Estado si es que no lo hacen ya. Reconozco cierta ignorancia sobre el tema y una búsqueda en Google sólo me devuelve la relación completa de regalos recibidos por la Casa Real en 2015, en aplicación de la normativa antes citada, y vemos que salen desde la colección el blu-ray de Juedo de Tronos hasta una baraja de cartas o dos lápices USB.

Evidentemente este asunto debe ser afrontado, si bien tampoco nos volvamos locos porque el asunto no va de corrupción. Imagino que si alguien quiere hacer y/o recibir un soborno no lo van a materializar en forma de regalo protocolario. Vamos, que si pretendes que Obama te ayude a conquistar por la fuerza Gibraltar (es un decir) no le vas a regalar Las Meninas para que saquen los portaaviones de sus bases. De la misma manera, si quieres que el alcalde de turno te recalifique un terreno no apareces por el despacho con una pluma de oro de esas de edición limitada y se la pones encima de la mesa, supongo que serán más discretos… aunque viendo cosas que hemos visto estos últimos años (Bárcenas, las tarjetas black, lo de Marbella, las “putitas de confianza” y demás) tampoco es que hayan estado muy finos.

Que el regalo sea una cuestión de tener un pequeño detalle vale, e incluso yo propondría que fuera el mismo para todos. Por ejemplo, si es un regalo entre jefes de Estado que hagan una edición especial de El Quijote con cierta categoría me parecería más que razonable. Y lo mismo para las demás administraciones.

He visto que estos días se habla mucho de la presunta metedura de pata de Rajoy al regalar un jamón a Obama, con el argumento de que está prohibido “meter jamones en Estados Unidos”. Me llama la atención por dos motivos. El primero es que dicha prohibición es falsa, lo que no se pueden es meter como equipaje, pero hace ya 6 años en una visita a Houston compramos en un supermercado de allí jamón español, de Navidul para más señas, y no nos detuvieron ni nada. La segunda tontería es pretender que esa prohibición afecte a este caso. Sería como decirles a los del servicio secreto que dejaran las pistolas en la aduana porque no se puede subir a los aviones con armas, o que si al gobierno de Japón le da por regalar katanas tradicionales a los jefes de Estado éstos no las puedan llevar porque pitan en el arco de seguridad.

Hasta he leído que es una burrada porque Obama es musulmán. Esta afirmación, que hizo Donald Trump en plena campaña y algún conspiranoico más, es irrelevante ya que oficialmente Obama se declara cristiano protestante (si fuera musulmán practicante no llegaba a Presidente ni de broma) y los regalos de Estado no se hacen atendiendo a rumores.

Zapatero regaló un jamón a un dignatario ruso para protestar porque, ahí sí, se había prohibido la importación de ese producto a Rusia. Me parece correcto. El regalo también puede ser una forma de dar un toque de atención, aunque en protocolo es peligroso andarse con estas cosas.

Si me preguntaran (que no lo harán) yo personalmente eliminaría los regalos de Estado y acabábamos con toda esta tontería, o como mucho los reduciría a una cuestión simbólica con un valor monetario muy limitado e igual para todos.



Y si el Presidente que sea quiere invitar al otro, que lo pague él.

lunes, 11 de julio de 2016

Me la he vuelto a perder, pero para el año voy a Ribadeo a la Fiesta Indiana

Me la he vuelto a perder. Queda raro que escriba de algo que no he visto, pero es que la fiesta Indiana de Ribadeo me tiene tan buena pinta que realmente me fastidia que otro año se me haya pasado. A ver si para el 2017 estoy más atento y no me coincide mal.

Foto: La Voz de Galicia
Fiestas de recreación histórica hay a patadas. Cada vez más, de hecho. El Arde Lucus, sin ir más lejos, es la más grande de Galicia pero ni de lejos la más antigua. La de Ribadeo, por el contrario es de las más recientes pero me parece que ha venido para quedarse.

Este tipo de citas tienen un encanto especial sobre todo cuando se huye de las más socorridas: las medievales. Que una ciudad tenga personalidad propia o una época que las diferencie del resto es una cosa interesante, que hace que se distinga de las demás. Si además respetan la época con cierta coherencia histórica ya ni les cuento.

Por ejemplo, canta mucho cuando ves puestos con peluches chillones, chocolate o cosas modernas en una feria medieval, aunque al comprador de turno quizás le da igual. Entiendo la dificultad del rigor histórico en ese tipo de cosas, porque no es sencillo conseguir que te vengan artesanos que usen técnicas antiguas para que la cosa quede bonita en las fotos, pero hay líneas que no se deben cruzar.

No veo habitualmente puestos de frutas, que valen casi para cualquier época, o de productos frescos en general. Quizás porque ahí te metes en el fregado de los requisitos sanitarios, pero según venden empanadas y bollitos preñados, digo yo que pueden dedicarse también a otros elementos comestibles.

Foto: La Voz de Galicia
La de Ribadeo es atractiva porque es diferente. Se sale de lo normal y llama la atención porque ya estamos un poco cansados de ver siempre los mismos vestidos que tanto valen para el siglo X como para el XIV. Además, hay que reconocer que las indumentarias de época indiana tienen una elegancia difícil de superar, a caballo entre Titanic y el Art decó.

Coruña, por ejemplo, quizás podría centrarse en su pasado pirata, o Ferrol en la industria naval pesada de la primera mitad del siglo XX. Es ponerse un poco y buscar algo distinto, que atraiga a un público ávido de novedades.

Ribadeo acertó de pleno, y hay que felicitar a quien haya tenido la iniciativa, que no tengo ni idea de dónde ha salido. Supongo (no se me ofendan si no acierto) que de su alcalde, uno de esos mirlos blancos a los que votan hasta los más fieles seguidores de otros partidos.

Es lo que tiene hacer las cosas bien.

viernes, 8 de julio de 2016

Foz y su tren turístico

Cuando hablo de Foz reconozco que no soy objetivo. Bueno, nunca he presumido de objetividad sino más bien de todo lo contrario. Sin embargo hay que decir que el caso de ese pueblo costero es un claro ejemplo de que uno ve lo que le apetece en la mayoría de los casos.

Foz es, como tantos núcleos urbanos de Galicia, un pueblo feo enclavado en un entorno impresionante. Con los años, lejos de mejorar su estética la cosa ha ido a peor, y se han seguido edificando monstruos inconcebibles para la población del lugar. Pero el turismo y el apartamento de playa de muchas personas han sostenido el chiringuito razonablemente bien, visto lo visto.

A pesar de la fealdad del ladrillo, cuya máxima expresión son las famosas torres (por si no las conocen son tres enormes edificios llamados torre F, O y Z respectivamente), es un pueblo que retiene cierto encanto más allá de la piedra. Supongo que porque todavía queda un atisbo de aquel pueblo de pescadores que yo apenas conocí cuando empecé a ir por allí.

Puede parecer contradictorio que empiece diciendo que no soy objetivo con Foz y luego estampe que es un pueblo feo. Sí, es contradictorio, para qué les voy a engañar… pero hasta en un lugar que se ha estropeado con la construcción irreflexiva de moles de hormigón hay todavía rincones que no se pueden obviar. Unos más conocidos y evidentes, como el paseo que hay entre la Rapadoira y la playa de Llas. Otros menos populares como la ría, que es digna de ver.

Para resaltar esos encantos y hacerlos conocer, el Ayuntamiento de Foz, dirigido por Javier, un alcalde al que le molesta que le traten de usted y con el que da gusto hablar, ha puesto a disposición de los visitantes (y los propios, por supuesto) un tren turístico. Si les parece una chorrada es que no tienen hijos o sobrinas que les sirvan de excusa para poder darse un paseo mientras, desde la supuesta locomotora, les van diciendo lo que pueden ver.



Aún no he podido pasar por allí, pero espero poder probar ese paseo… y luego ya si eso les digo que me parece vergonzoso que Lugo no tenga nada parecido.

jueves, 7 de julio de 2016

Más cifras de turismo en el Ayuntamiento de Lugo

De verdad que no es por insistir con el tema, pero es que me lo ponen en bandeja de plata. Que dice la concejala de Turismo, a la sazón doña Carmen Basadre, que espera que en Lugo se batan records de visitantes en este verano y que cuenta con que podamos recibir a nada más y nada menos que 15.000 visitantes… y lo dice contenta.

Lugo, una ciudad donde contar se cuenta muy mal
Si tenemos en cuenta que en tres días se concentraron, siempre según las cifras de la concejala de Turismo, 600.000 personas cuya estancia repercutió en 12 millones de euros (es decir, a 20 míseros euros por visitante, que se ve que vinieron en plan low cost), que en todo el periodo estival contemos con 15.000 pírricos turistas es un fracaso en toda regla. Además, si siguen la estela de dadivosidad en el gasto supondrá para la ciudad unos ingresos de 300.000 euros en todo el verano, lo que es una auténtica miseria.

En el mes de junio hicieron el Camino Primitivo de Santiago 1.603 peregrinos. Como sí o sí tienen que pasar por Lugo, entiendo que los cuentan como visitantes. Esto, si se mantiene el ritmo de 2015 hace pensar que entre julio y agosto vendrán a la ciudad unos 5.000 peregrinos. Nos quedan 10.000 turistas que se acercan por aquí en todo el verano.

A mí no me parece un mal número, la verdad, aunque visto que se andaba con razonable comodidad este Arde Lucus en que alojamos a seis veces nuestra población, imagino que esos pocos viajeros no se verán ni con lupa. Quizás en los puntos clave y en las condiciones idóneas de salubridad, humedad, temperatura, viento y salinidad, como si estuviéramos buscando un organismo en peligro de extinción.

No es para ponerse tan contentos. Incluso la hostelería, que como todos sabemos se forra con vender dos cañas y saca para todo el año, debería replantearse el negocio. Si a Lugo, que cuenta según cálculos conservadores con entre 1.000 y 2.000 camas (vamos a decir 1.500, ni pa ti ni pa mí) vienen en todo el verano 15.000 turistas sale que duermen 10 noches por cama, y eso que damos por sentado que se quedan todos a dormir, cosa que no se cree nadie. Una ocupación de 10 noches en 61 que dura el verano. Y la concejala del ramo contenta.

Me cuesta entender el silencio cómplice de los sectores implicados en este asunto, salvo por la pequeña cuestión de las subvenciones y generosos convenios de los que viven (y muy bien) sus presidentes a base de dietas con las que viajan y ven mundo, mucho más que cuando trabajaban o lo que fuera que hicieran. Pero están ahí y nadie les discute la plaza con lo que sus asociados estarán encantados, hemos de suponer.

Pero mientras tanto la concejala de Turismo, doña Carmen Basadre, sobrevive a terremotos y huracanes y se ha convertido en la decana del grupo de gobierno ¡Quién lo iba a decir! Y lo que le queda.

miércoles, 6 de julio de 2016

¿Creemos en el Camino?

Hace ya un año de la declaración del Camino Primitivo como Patrimonio de la Humanidad. Quizá sea porque vimos que el mismo reconocimiento a la Muralla de Lugo no fue la panacea que nos habían prometido, pero 365 días después se percibe un ligero incremento de peregrinos… y nada más. Poco movimiento promocional y escaso interés desde las instituciones para poner a andar, literalmente, la primera de las rutas a Compostela.

La única iniciativa emprendida desde la ciudad de la que tengo conocimiento para la promocionar el Camino es la que inició Lugo Monumental con el aval del Obispado de nuestra cuidad y el patrocinio de La Voz de Galicia. Entre los tres crearon, con un diseño del siempre genial Chencho Pardo, una Credencial del Peregrino para aquellos caminantes que iniciaran su andadura en Lugo. En Santiago la Oficina del Peregrino sigue resistiéndose a aceptar la Credencial y no la sellan. Tienen la decencia de dar la Compostela al Peregrino pero no sin antes “reñir” al pobre del caminante por usar un documento “ilegal”, como si ellos fueran la única y suprema autoridad que dicta la legislación del Camino.

Curiosamente este asunto fue ignorado en este primer aniversario, al menos hasta donde yo sé, quizás porque las iniciativas que no van con la gorra en la mano a las administraciones públicas no pueden ser rentabilizadas políticamente.

El Camino Primitivo de Santiago es muchísimo más importante para la ciudad que muchas otras cosas en las que se invierten generosos presupuestos. Desde luego va a atraer a más foráneos que la tontería de las visitas al cementerio, entre otras ocurrencias con dotación presupuestaria.

Lugo tiene en este tema un punto de atención grandísimo. Ser la primera población desde la que se puede conseguir la Compostela en la primera de las rutas, la original, la que recorrió el Rey Alfonso II El Casto, primer monarca que peregrinó al sepulcro de Santiago, tiene una importancia tremenda y nos pone en el mapa de una forma que ni siquiera empezamos a sospechar.

Un año después seguimos más o menos igual. No se está prestando al Camino la atención que precisa, lo que explica las deficiencias en cuanto a señalización y promoción del mismo.

Las administraciones han de poner sobre la mesa un plan de actuación, y por favor no me vengan con la excusa presupuestaria. No tiene por qué costar un euro si se hace bien. Utilicen el gran capital humano que tiene esta ciudad y hagan del Camino una bandera. Señalizará dónde estamos para millones de peregrinos que, año tras año, dirigen sus pasos a la ciudad del Apóstol.

No me digan que la Ciudad del Sacramento no es el punto perfecto para iniciar su Camino. Yo creo en ello, ¿y ustedes?

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 6 de julio de 2016

martes, 5 de julio de 2016

¿También llamarán en Lugo racista a Ada Colau?

Hace algunos años la asociación Lugo Monumental inició, bajo mi presidencia, una cruzada contra el comercio ambulante ilegal. Esta acción recibió duras críticas de esa parte de la ciudadanía que, lejos de sentir lástima, aprovechaba cualquier ocasión para regatear al pobre mantero un par de euros para comprar el bolso o el reloj falsos.

Pero mira tú por donde que este mismo problema que en Lugo se atajó con un simple mensaje de que la tolerancia que durante lustros se había practicado utilizando la táctica del “dolce far niente” se había terminado, se pone ahora de actualidad en Barcelona, autodenominada capital de la tolerancia y el multiculturalismo en España. Y los argumentos esgrimidos son exactamente los mismos que utilizamos en su día en Lugo: que la actividad nutre las mafias, que los comerciantes pagan importantes impuestos, que la riqueza generada por la actividad legal repercute en la ciudad y la otra no… hay un largo etcétera de argumentos de perrogrullo, que me alegra ver reproducidos en la ciudad condal.

Imagino que Ada Colau, como es de la más progre de los progres, no tendrá que sufrir calumnias e insultos como los que sufrimos nosotros. Creo que “racistas” fue lo más suave que nos dijeron quienes, por lo visto, consideran que no es racismo dejar que la gente que venía lo hiciera en condiciones infrahumanas como todos recordamos al pensar en aquellos nauseabundos campamentos improvisados en los que malvivían los vendedores. Y todo, insisto, para comprar el Channel falso o el Rolex imitado. Cuando hicimos nuestra propuesta pedíamos que quien vendiera productos legítimos lo hiciera en condiciones idóneas de salubridad, como debe de ser.

Una parte de Lugo, con el alcalde a la cabeza, se resistió inicialmente a aquella cuestión, pero como la legalidad manda y desde el punto de vista de la legitimidad no había por dónde coger el tema, la policía se puso manos a la obra después de que el alcalde se pensara dos veces las cosas al ver que llegábamos hasta la Fiscalía. Llamativamente el juzgado archivó el tema, pero imagino que porque la cosa se enfocó incorrectamente por el entonces fiscal, imagino que en parte a propósito para “dar un aviso” y ver qué pasaba a partir de ahí.

Curiosamente no pasó nada. Hubo un incidente el primer año que se denunció el tema porque se permitió que se instalaran (a pesar de que habíamos advertido de que se denunciaría el asunto, pero nos tomaron a chirigota) pero desde esas no pasó absolutamente nada. La legalidad se impuso con total normalidad, como no puede ser menos, y en años siguientes el nivel de incidencias fue realmente anecdótico.

Imagino los sudores de los que desde la izquierda principalmente nos pusieron como hoja de perejil para explicar por qué nosotros éramos unos racistas asquerosos y Ada Colau es una buena mujer que hace lo que es correcto. Es divertido que cuando la dura realidad se impone frente a quienes echan la lengua a pacer por el mero hecho de hacer daño, sus propias argumentaciones se vuelven contra personas a las que teóricamente admiran.

Por mi parte tengo que reconocer mi agradable sorpresa ante la sensibilidad de la alcaldesa de Barcelona con el tema. Visto su apoyo más o menos expreso a los “okupas” me ha impresionado que acepte el punto de vista del honrado comerciante que paga sus impuestos, indefenso ante la avalancha de personas que van a vender productos falsificados frente a sus mismas puertas.

Está claro que al final el sentido común ha de imperar, y que si quieres dirigir una administración has de hacerlo recaudando impuestos, que vienen de actividades legales. Esto es así y no hay más vueltas que darle.

Barcelona nos da la razón, aunque si les soy sincero tampoco es que nos hiciera falta. Ya la teníamos… pero todo ayuda.

lunes, 4 de julio de 2016

Bravo por la música

Que la música es un reflejo de la sociedad es una obviedad. Los años 60 o 70 tuvieron sus propios himnos, que personalmente no recuerdo como es lógico ya que son anteriores a mí (nací en el 75 así que malamente me resultará familiar Jarcha u otros grupos que solo a programas como el añorado “esto me suena” de Paco Nieto convierten en reconocibles). La de los ochenta probablemente haya sido la década de mayor calidad musical de la historia con nombres que pasarán a los registros como únicos en su clase. Pero a partir de ahí tengo la sensación de que caíamos en picado.

Las listas de éxitos, los grupos más populares y las selecciones de radios y locales no solo recogían gustos que me parecen para echarse a llorar, sino que se basaban en la simpleza y la partitura machacona.

Que los números uno y los records estuvieran copados por engendros musicales como el “Gangnam Style” de PSY o “Starships” de Nicki Minaj era como para preocuparse. No les digo que no sean canciones divertidas, para bailar o lo que sea, pero viendo que las comparaciones hay que establecerlas con “Imagine” de John Lennon, “Your song” de Elton John o incluso “Man in the mirror” de Michael Jackon, no dábamos la talla.

Hasta que apareció ella.

Una mujer que rompe todos los cánones de la belleza escuálida que nos quieren vender en las pasarelas, donde más que echar otra cosa a las modelos (y los modelos, que últimamente van por el mismo camino) dan ganas de echarles algo de comer. Que huye de los vídeos basados en los efectos especiales, moviendo la cámara lo justo y en blanco y negro en muchos casos. Que ha abandonado los ritmos machacones y que basa su éxito en las letras y las melodías y no en las copas y la noche. Adele.

Que esta británica que va contracorriente haya pulverizado todos los records me hace pensar que aún nos queda cierta esperanza y que el buen gusto tiene alguna oportunidad de triunfar en un mundo chabacano y que parece más preocupado por el selfie que va a subir a Facebook que por disfrutar de un paisaje.

Con “Hello” Adele superó el récord que hasta ese momento ostentaba PSY, y alcanzó los mil millones de reproducciones en 87 días. Un matemático corriente les podrá explicar que eso son casi once millones y medio de reproducciones diarias. También con ese mismo álbum batió el record de ventas, con 2.433.000 discos vendidos ¡en una semana! ¡Y solo en Estados Unidos! También superó la marca de Justin Bieber en ventas digitales, vendiendo más de un millón en una semana. Hasta en marca de reproducciones en un solo día ha vencido Adele a todos los demás, incluyendo a Taylor Swift. 27,7 millones de reproducciones en un día. Uno solo.

No puedo evitar respirar aliviado. También he de reconocer que la canción que está batiendo records no es la que más me gusta de Adele, pero supongo que como algunas cosas muy buenas hay que familiarizarse con ella.

Confío en que estos éxitos continúen y que los encargados de las próximas películas de James Bond, por ejemplo, tengan el acierto de volver a contar con ella. Skyfall fue, quizás tras Goldeneye, la mejor canción de la saga, superando incluso a otras más reconocibles como Goldfinger.

Bravo por Adele, y bravo por la música, como decía aquella canción de Juan Pardo