martes, 31 de enero de 2017

Defender la transparencia o practicarla

El artículo 20.1.d) de la Constitución española recoge el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Este visionario apartado de nuestro texto fundamental es una expresión amplia de la conocida como libertad de prensa, y hoy día tiene más sentido todavía con la difusión de contenidos a través de plataformas digitales libres basadas en Internet.

Obviamente no voy a ser tan pedante como para considerar este blog un medio de información a la altura de El Progreso, La Voz de Galicia o de cualquier emisora de radio o televisión de nuestro entorno, solo faltaría. Pero sí que creo que, desde su modestia, “Historias desde Lugo” es un pequeño lugar de encuentro para conocer cuestiones que atañen a nuestra ciudad. Unas veces es simple opinión y otras difunde datos que no se sabían, con lo que entiendo que es la definición de un medio de comunicación por pequeño y humilde que sea, y si cuando empecé con esto la media de lectores era testimonial ahora se alcanzan con facilidad los 1.000 visitantes diarios como promedio, que no está nada mal, al menos para mí. Si encima dejara de costarme dinero ya ni les cuento, pero bueno, tampoco es mucho.

El pasado día 11 de enero remití a las administraciones públicas de nuestra ciudad una solicitud para que me enviasen las notas de prensa que mandan a los medios de comunicación. Ayuntamiento de Lugo, Diputación Provincial y Delegación Territorial de la Xunta de Galicia recibieron sendos correos pidiendo que me incluyan en el listado de envíos con el fin de tener información de primera mano. No es que no me fíe de la prensa tradicional, sino que si puedes beber de las fuentes, ¿para qué vas a esperar a ver al día siguiente la información ya masticada? Tampoco es algo que les cueste dinero, ya que Internet permite el envío gratuito de dichas notas con lo que no hay mayor problema de intendencia.

Tanto la Xunta como la Diputación me contestaron de inmediato con el envío en ese mismo momento de sus respectivas notas de prensa del día, y a partir de ahí recibo con puntualidad británica sus comunicaciones. Un ejercicio de transparencia y de generosidad informativa que quiero reconocer y aplaudir desde aquí. El Ayuntamiento, sin embargo, a día de hoy no ha contestado a mi petición, lo que viene a ser un “no” como un piano, según mi modesto entender.

En vista del éxito (dos de tres no está mal, aunque siendo sincero la que más me interesaba era la administración municipal por el carácter localista de este blog) me vine arriba y les pedí lo mismo a los seis grupos municipales del Ayuntamiento de Lugo. La respuesta fue desigual.

Ciudadanos fue el primer grupo en contestar, y de hecho lo hicieron en cuestión de minutos respondiendo afirmativamente y enviándome la nota del día con la velocidad que caraceriza al amigo Camilo. Poco más tarde lo hizo Víctor, el siempre efectivo periodista del BNG (incluyendo además un mensaje personal y muy divertido que le agradezco enormemente) y, en la misma mañana, ACE se añadió al listado de grupos que tuvieron a bien incluir este modesto blog en sus agendas de difusión, también con un amable mensaje de sus titulares. Lugonovo tardó un poco (un par de semanas) más pero también me incluyó en sus envíos, con lo que cuatro de seis grupos respondieron afirmativamente.

Los dos supuestamente “grandes”, PSOE y PP, se ve que han decidido que son demasiado importantes como para rebajarse a mandar notas a un pequeño bloguero, al igual que el Ayuntamiento de Lugo. Si les soy sincero me cuesta comprenderlo, y no porque considere importante esta (insisto, más que modesta) página, sino porque eso refleja una idea de fondo difícil de comprender.

Empecemos por intentar ponernos en su lugar. Obviamente reconozco que soy bastante puñetero en ocasiones, y dar “armas” para que te critiquen a alguien que sabes que es dado a eso es un peligro, nadie lo discute. Pero si tienes tan poca fe en tus propios argumentos que no eres capaz de enfrentarlos a la opinión ajena, mal vamos. Que Lugonovo y BNG, a los que critico con bastante asiduidad, hayan decidido enviarme sus notas me parece un acto de normalidad, de democracia y de comprensión de la función de un partido político. No meto ahí a Ciudadanos y ACE porque sorprendentemente suelo estar más de acuerdo con ambos, aunque no siempre.

En cualquier caso el hecho de dar información a quien se muestra como persona preocupada por la ciudad y los temas de Lugo no tiene por qué ser negativo y no demuestra ni un apoyo a este blog ni a mi persona. No hacerlo sí dice algo, y no es algo bueno, creo yo.

De hecho, qué quieren que les diga, si cualquier ciudadano que no le da a la tecla de forma pública, pide ser dado de alta en esos mismos listados de correo no veo por qué no se le pueden hacer llegar las notas. Se supone que recogen opiniones y posturas meditadas y confrontadas, que siguen una línea argumental y un objetivo final que es mejorar Lugo. A lo mejor es suponer demasiado.

En fin, lo que me gustaría es agradecer a la Diputación Provincial de Lugo (y en concreto a Darío Campos, su Presidente), a la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia (de nuevo personalizando en José Manuel Balseiro), a Ciudadanos (y su portavoz Olga Louzao), BNG (con Rubén Arroxo al frente) y ACE (pilotada por Carlos Portomeñe) su buen concepto de la libertad de información. Es refrescante que sabiendo como saben todos ellos que no les voy a dar la razón por sistema (aunque espero tampoco quitársela por sistema) se hayan lanzado a enviar sus notas a “Historias desde Lugo”. ¿Es esto importante? Posiblemente no, pero sí significativo sobre la forma de entender las cosas de cada cual.

En algún momento les criticaré por las informaciones que me envían, claro que sí. También espero poder aplaudir a todos y cada uno de ellos con la mayor frecuencia posible, porque eso sería que lo hacen bien. Por ahora no he utilizado directamente el material recibido esperando a ver si los tres “pendientes” contestaban, pero creo que es una espera fútil.

Se habla mucho de transparencia y aquí hay quien la reclama y quien la practica. Ya ven...

lunes, 30 de enero de 2017

El tamaño no lo es todo

Desde hace unos años se habla de adelgazar la administración para lograr una mayor rentabilidad de nuestros dineros y que se despilfarren menos recursos en “políticos”. Ese mensaje, que suena de maravilla al machacado ciudadano (si es un autónomo o una pequeña empresa eso se queda muy corto) se suele apuntalar con el recurrente argumento de que cuanto más grandes son los municipios mayor es la prosperidad. Error.

Piensen por un momento en las autonomías más prósperas de España. Supongo que a todos se nos vienen las mismas a la cabeza: Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra... igual que ocurre con las menos aventajadas: Galicia, Extremadura, Castilla la Mancha...

La supuesta evidencia que pone en relación el tamaño de los ayuntamientos de una región con su falta de prosperidad cae por su propio peso cuando analizamos los datos. Ya sé que es más cansado mirar las tablas de números que decir cosas a lo loco, pero es que lo primero forma opiniones y lo segundo consignas.

Resumiendo un poco el asunto, les diré que por ejemplo mientras en Galicia contamos con 313 ayuntamientos, en Cataluña hay 940 (puedo bailar algún número porque la única tabla que he encontrado es algo vieja, pero vamos, nos vale para hacernos a la idea). Se podrá pensar que los de los catalanes son de mayor tamaño, pero tampoco, porque la extensión media allí es de 36,26 kilómetros cuadrados por municipio y la de Galicia es de 96,43. Por su parte, el País Vasco tiene municipios todavía más pequeños, con una media de 34,76 kilómetros cuadrados y Extremadura más grandes, de 116,51.

La constelación municipal española. ¿Un problema? Quizá no
Incluso dentro de la propia Galicia hay variaciones sorprendentes. Mientras en Lugo cada ayuntamiento tiene de media casi 150 kilómetros cuadrados (de hecho el de la capital es enorme) en Coruña solo llegan a 84,69.

Estos datos deberían tumbar por sí mismos ese espejismo de que “cuanto más grande mejor”, ya que se ve que una de dos, o el tamaño no importa o, de hacerlo, es en el sentido inverso al que habitualmente nos quieren hacer creer.

Obviamente en este asunto soy parcial. Parto de una base muy municipalista, y creo firmemente en la importancia vital de los ayuntamientos para hacer políticas cercanas al ciudadano y, lo que es más importante, controlables por éste. Uno ve a su alcalde por la calle habitualmente, pero es más complicado echar el ojo a un presidente de Gobierno, aunque sea autonómico. Pero las tablas algo de razón parece que me dan, así que la subjetividad es relativa.

Pensar que la variable es algo tan tonto como el tamaño de la extensión del ayuntamiento es un error. De hecho aunque el “cuanto más grande mejor” del que hablábamos pueda parecer una evidencia aparente por disponer el municipio de más recursos propios y esas cosas, se minimizan los controles y todo está más a su aire. De lo contrario no hay explicación para que los casi 150 kilómetros cuadrados del municipio medio lucense no hagan que seamos más competitivos que los menos de 22 kilómetros cuadrados de Vizcaya. O eso o que alguien puede intentar decir que somos más prósperos aquí. Complicado argumento.

La cuestión no es tanto unir esfuerzos en entidades más grandes, sino en que esos recursos se empleen correctamente. Da igual que Lugo sea un municipio grande o pequeño si nuestros gobiernos insisten en quemar el dinero en cafeterías, museos enterrados en zonas con aguas subterráneas, auditorios que se pudrirán antes de abrir la puerta o excursiones colectivas a Madrid para comer por la cara en FITUR. Probablemente un pequeño ayuntamiento bien gestionado tenga más papeletas para triunfar que uno grande llevado como se llevan por aquí las cosas.

Por supuesto no podemos llevar esto al absurdo, y nadie defiende un ayuntamiento con 100 habitantes, pero en cualquier caso, creo que es un hecho demostrable que la variable no es la extensión territorial, así que habrá que seguir dándole vueltas.

viernes, 27 de enero de 2017

Noticias satíricas lucenses... ¡Qué importante es el humor!


Hay pocas formas de crítica tan acertadas en su contenido y difíciles en su ejecución como la ironía o el humor. El éxito arrollador de la famosa web www.elmundotoday.com, que consigue hacer que algunas personas cándidas o bienintencionadas confundan sus noticias sarcásticas con genuinas informaciones periodísticas ha abierto la veda.

En Lugo, como no podía ser menos, ha surgido una página de este cariz en la dirección www.lugonews.com, una divertidísima web que combina la crítica política, social y cultural con el localismo y el humor, una mezcla infalible a la que auguro un éxito tremendo.

Si “El mundo today” consiguió llegar a muchísimas personas con aquella famosísima noticia en que afirmaban que una anciana había invocado al demonio en un curso de inglés (al menos fue mi primer contacto con esa página, y el de mucha gente) la web local se hizo muy conocida con su artículo sobre un charco de sangre aparecido en la avenida de la Coruña que era para “hacer filloas”. Yo mismo leí en Facebook notas de gente que compartió la noticia totalmente convencida de que era cierta.


El 28 de diciembre, día de los inocentes, acostumbro a poner una noticia “inocentada”. A pesar de que la fecha es harto conocida, el primer año que lo hice picó muchísima gente, con aquello de que iba a presentar una candidatura a las elecciones municipales, e incluso algún amigo se me cabreó porque no le había avisado antes. El humor a veces revela cuestiones ocultas, y en aquella ocasión me demostró que no causó demasiada sorpresa el anuncio a pesar de las barbaridades que se incluían como programa electoral. Quizá es una forma como otra cualquiera de hacer “prospección social”, qué quieren que les diga.

Las carreras ilegales de camiones de basura en Infanta Elena, el cambio del nombre del MIHL al CIEHN por la escasa afluencia de público, la reivindicación de Banksy de las pintadas de “Más fútvol por fabor” y otras muchas y divertidas noticias son pinceladas que, con una aparente inocencia, tienen un trasfondo que se puede entender como un simple divertimento o como una denuncia inteligente. Yo soy más partidario de entenderlas por el segundo criterio, sin olvidar el humor.

Por supuesto no todo el mundo se toma estas bromas de igual forma, y un conocido local de Lugo, el Docar, publicó un anuncio en prensa en que desmentía que Chicote fuera a hacer un programa de “pesadilla en la cocina” en su local, noticia por cierto en la que se mencionaba al Verruga, cosa que me hizo ilusión para qué lo voy a negar porque me pareció un reconocimiento de su popularidad un año después de su cierre. Ese anuncio creo que coronó a la web como una referencia, y que más que hacerle daño le dio difusión a su filosofía bromista y canalla (con “c”, que lo otro queda reservado para las fiestas universitarias subiditas de tono).

Ahora que releo, esto parece un publirreportaje pero les prometo que ni tengo nada que ver en la web ni conozco, que yo sepa, a sus promotores (esto es Lugo y a lo mejor mañana me entero de que el que la montó estudió conmigo en el Femenino, yo que sé). Me ha llegado, como a muchos, a través de redes sociales y no tengo más interés en su éxito que el que mantengo sobre iniciativas que considero positivas para Lugo, y ésta lo es a todas luces. 

Levantarse todos los días y poner esa web en tus pestañas de inicio del navegador es algo positivo. Yo lo he hecho y les invito a hacer lo mismo, porque si no nos reímos, ¿para qué estamos aquí?

jueves, 26 de enero de 2017

Multar al perro para acabar con la rabia

Las personas somos como somos. Esa frase tan simplona recoge una gran verdad, y una explicación desarrollada nos dejaría como al principio, concluyendo que cada uno piensa de la manera que su capacidad, educación, influencias y esas cosas le ha llevado a adoptar.

Pero invariablemente, al margen de esas cuestiones, los seres humanos barremos hacia casa como enajenados, y por eso ante la noticia de que Ciudadanos pretende impedir el acceso de perros a la muralla y que además se cobre un impuesto a sus propietarios (ignoro si a las demás mascotas también las pretenden gravar o la cosa solo va por los canes), quien tiene perro se ha posicionado en contra y quien no lo tiene lo ve una medida acertada.

Labrador busca esposa. Bueno esposa... nos entendemos
Mi caso es peculiar. No tengo perro pero, tras la experiencia que les conté en su día de acogida de un precioso labrador al que echamos de menos a diario, estamos buscando uno. Por cierto (minutos publicitarios) si saben de una labradora que busque compañía ofrecemos un precioso macho para monta (el de la foto, como en las webs de contactos) de forma gratuita pero no desinteresada porque a cambio pediríamos uno de los cachorros. Otro día si quieren les hablo del tema de adoptar perros, comprarlos o buscarlos por ahí, que la cuestión tiene cierta enjundia.

A lo que íbamos. Mi postura probablemente se acerque más a la de los propietarios de perros que a los que no tienen ni piensan tener una mascota, ya que no soy del colectivo pero pretendo unirme en cuanto pueda. De todas formas estoy de acuerdo con la mitad de la propuesta de Ciudadanos pero no con el resto ni con el espíritu que se transmite con esas medidas.

Cobrar un impuesto a los dueños de mascotas no me parece ningún disparate. No se trata de criminalizar a nadie, ni de culpabilizarlo de nada. Tampoco te están acusando por cobrarte el impuesto del vehículo (el rodaje de toda la vida) ni el IBI, pero son “hechos imponibles” que es como el Estado denomina a aquellos conceptos de los que puede trincar algo. Obviamente a la ciudad de Lugo la existencia de mascotas le cuesta dinero, ya que hay que mantener los caniles y el servicio de limpieza se pasa la existencia limpiando cacas por las calles que (esperemos) son de los perros. Esto quiere decir que por el principio de equilibrio presupuestario, tiene una lógica el cobrar a los propietarios por el hecho de tener perro. El problema es que todos sabemos que ciertos servicios no se prestarían, como el tener papeleras con bolsitas (no es ciencia ficción, por el mundo adelante las hay) o dispositivos "pipi can" por la calle para dar una alternativa (la introspección defecal es compleja).

Excrementos en la Muralla, una imagen que a nadie gusta
Foto: La Voz de Galicia
Sin embargo eso es con lo único con lo que estoy de acuerdo, con el resto no. Pretender que los perros no puedan subir a la Muralla argumentando que luego ésta está llena de excrementos tiene dos problemas: el primero es la presunción de culpabilidad (con la que jamás estaré de acuerdo) por la que se mete en el mismo saco a los responsables que a los cochinos, y el segundo es que es una tontería trasladar el problema a nuestras calles (que ya lo sufren) donde acabarán esas porquerías si la única medida es vedar el acceso de canes a la Muralla, probablemente el mejor paseo de la ciudad. Aplicando esa misma lógica no podríamos permitir subir a adolescentes al monumento porque algunos se dedicaron a tirar piedras del adarve a la ronda (por cierto, de ese tema no volvimos a saber nada, ¿no?).

La solución no es sacar al perro de la ecuación, sino vigilar, sancionar y corregir los comportamientos incívicos. No hay otra. Subir con tu perro a la Muralla no tiene nada de malo, como tampoco lo tiene ir con el chucho por un parque, por el margen del río o por la Plaza de España. La cuestión es que si al perro le da un apretón y tú distraídamente te pones a mirar el Facebook en el móvil para no tener que recoger la caca, da igual dónde estés, la sanción tiene que ser tu amenaza y tu correctivo. La opción que plantea Ciudadanos de “muerto el perro se acabó la rabia” (¡qué bien traído!) es una simpleza tal como eliminar los vehículos de la ciudad para que no haya atropellos. Mano de santo, pero un disparate.

Se planteó en su día un censo de perros con su perfil de ADN para que la policía pueda tomar muestras de excrementos y sancionar al propietario. Me parece la mejor medida que he escuchado a día de hoy. El perfil lo harían en convenio con la Universidad (unas incomparables prácticas de genética para los estudiantes) y se podrían pagar con ese “impuesto perruno”. Les garantizo que con unas cuantas multas se acaba la fea costumbre de dejar el “regalito” para que lo encuentre el zapato ajeno.

Tener perro conlleva gastos. Bolsas para residuos (que son caras para su finalidad), alimentación, veterinario y medicinas son los más evidentes, y francamente por diez o quince euros al año creo que nadie se va a plantear tener o no un animal de compañía si realmente lo desea. El problema no está ahí, el problema es plantearse prohibir a la gente disfrutar de su mascota libremente porque unos cuantos guarros no hagan lo que tienen que hacer.

miércoles, 25 de enero de 2017

Los niños no vienen de París

Por publicidad que no quede...
Como no podía ser menos se ha liado parda con la fiesta que tendrá lugar el próximo 3 de febrero y que incluirá striptease de chicos y chicas. Es un tema de universitarios, con “ruleta erótica” y “lluvia de condones” según recogía la Voz de Galicia. “Fiesta kanalla”creo que le llaman al tema. Era evidente que saltarían, ya tardaban, los puritanos de boquilla a decir que es un despropósito, una bajeza moral y no sé cuántas cosas más... y yo, desde mi falta de inocencia, qué quieren que les diga, no le veo nada de malo.

Convertir el sexo en pecado es probablemente el más estúpido de los errores de la religión. Esa obsesión con lo que hace cada uno en la intimidad de su dormitorio es tan enfermiza que siempre me ha parecido sospechosa. De hecho no es infrecuente ver que los grandes líderes de los movimientos que pretenden, en nombre del dios de turno, obligar a los demás a hacer lo que les viene en gana a los vociferantes, son sorprendidos practicando lo que condenaban pública y vehementemente.

Si partimos de la base de que los destinatarios de la fiesta son universitarios, pretender que el sexo sea ajeno a sus vidas es como intentar que las ballenas se muevan en autobús: una chorrada. La adolescencia está innegablemente vinculada al despertar de los sentidos, el descubrimiento de las sensaciones, o como les apetezca llamar a lo que viene a ser uno de los actos más naturales de la vida. Intentar negarlo es querer ponerle puertas al campo.

Personalmente creo que el enfoque ha de ser otro, desdramatizando el asunto, vinculándolo a la afectividad, informando debidamente sobre las necesarias precauciones a tomar, aclarando bien el tema de las enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y demás cuestiones inextricablemente vinculadas al sexo, pero no negando su realidad.

Después de todo, los niños no vienen de París.

Artículo publicado en La Voz de Galicia de hoy

martes, 24 de enero de 2017

Una gran (y sorprendente) acogida

Tengo que reconocer que estoy gratamente sorprendido. Si les soy sincero el artículo de ayer (que programé erróneamente para el domingo, cosas del calendario americano ya saben) estaba escrito con intención de reflexionar sobre las dificultades que una persona se encuentra a la hora de dar un paso adelante en este tipo de cosas. Sin embargo los lectores se lo han tomado por la otra parte, la que pretendía ser mero sustento de ese argumento, y la verdad es que no solo se agradece sino que además me ha sorprendido agradablemente la acogida.

He recibido llamadas y mensajes de personas que se encontraron en la misma tesitura que nosotros con el libro que presentaremos el día 4 (eso será otro artículo, como comprenderán): lo escribes con toda la ilusión del mundo, hablas con una imprenta que te presupuesta una cifra razonable para pasarlo a papel... y crees que ya está. Y no, precisamente ahí empiezan todos los problemas burocráticos. Que si el registro de propiedad intelectual (eso es lo más sencillo), el ISBN, la distribución en librerías, el alta en Hacienda, el IRPF, las declaraciones trimestrales de IVA...

Sacar tu pequeño poemario, del que imprimirás 100 o 200 ejemplares, o tu librito de lo que sea pasa de ilusión a pesadilla en un suspiro, ya que si pretendes venderlo en librerías para no perderle dinero te tratan como si fueras la Editorial Planeta. Lógicamente eso hace que un amplio porcentaje tire la toalla, y para evitar eso es para lo que ha nacido la modestísima editorial que hemos lanzado.

La burocracia por el genial Forges
Habernos atrevido a dar el paso y crear Ediciones Desdelugo es un acto que no sé si encajarlo más en la valentía o en la inconsciencia, en un par de años se lo aclaro con números, aunque mi instinto me dice que roza más lo segundo que lo primero.

Es obvio que no se trata de un esquema tradicional en que se recibe el manuscrito y la editorial se hace cargo de todo, dejando unas migajas de los beneficios al autor. La intención es buscar una fórmula que combine las ventajas de la autoedición y las de la edición de toda la vida, intentando maximizar las ventajas para el escritor y reducir en lo posible sus riesgos... porque siempre hay riesgos y poner tu dinero en un libro aunque lo hayas escrito tú es complicado. Y por supuesto barrer para casa y que la producción se haga en Lugo, que esa es otra.

Como por ahora el tema económico es el que es, aquí no hablamos de “escribo un libro, lo entrego y que me den quinientos euros al mes”, que no va a ser eso, me temo. Ojalá lo fuera y hay casos de éxito editorial a nivel nacional sin movernos de nuestra ciudad, como el incomparable Héctor Castiñeira, que dio la campanada con su Enfermera Saturada y ha vuelto a hacerlo por tercera vez con su divertidísimo “Las UVIS de la ira”, o, por supuesto la famosísima Marta Rivera de la Cruz, pero esto nace con una intención mucho más modesta, más de “andar por casa”.

Lo que queremos es colaborar con los autores para guiarlos en el farragoso mundo administrativo y colaborar con ellos para que se eviten tener que pasar por la calle de la Reina a volverse locos peleando con la Agencia Tributaria, a la que enviamos un cariñoso saludo (oigan, que hay que llevarse bien). Si todo va bien quién sabe lo que puede salir de aquí, ojalá una buena iniciativa que consiga poner en las estanterías locales los libros de nuestros convecinos y ayudarles a rentabilizar su inversión lo mejor posible.

De hecho, tan modesta es la cosa que no pretendo vivir de ello ni mucho menos. Yo sigo con mi trabajo, y esta editorial es una cuestión poética, un cariño a mi Lugo del alma, y para intentar ayudar a que más personas puedan sentir las maravillosas sensaciones que conlleva “parir” un libro. La verdad es que no sé cómo funcionará, pero me da igual, la ilusión de tenerlo en la mano (y eso que aún no me lo han dado de la imprenta) es más que suficiente.

Ya he recibido mensajes de personas interesadas en sacar adelante sus proyectos, y es algo que refleja que hay una verdadera demanda de esto, y qué quieren que les diga, por mucho que no sean buenos tiempos para la lírica quizá tengamos que lanzarnos a intentar cambiar eso y pensar no sólo en euros sino en dejar ahí un humilde y modesto legado impreso. Es una forma de inmortalidad como cualquier otra.

domingo, 22 de enero de 2017

Nace en Lugo una nueva (y modesta) editorial

Meterse a realizar una actividad económica en este país es un acto de valentía, que incluso roza la inconsciencia. Lo más llamativo es que cuanto más pequeña es dicha actividad mayor es el esfuerzo proporcionalmente.

El mundo de la imprenta, una pasión como cualquier otra
Por razones que ahora mismo no vienen al caso pero que en breve les haré saber, me he metido a editor. El mundo de la literatura y la imprenta siempre me ha apasionado, y la verdad es que es algo hermoso crear una obra desde cero, maquetarla, diseñarla, imprimirla, distribuirla, prestando atención a los detalles y viendo cómo pasa de una idea a una realidad. Aún no tenemos el primer libro en las estanterias de las librerías, pero no tardará demasiado, y no se imaginan la ilusión que estamos poniendo en todo esto.

Supongo que la parte negativa la viviré después, cuando el libro esté en ese punto en que no sabes si se venderá o no, si la inversión supondrá tirar el dinero (aunque ya les digo que en este primer proyecto me da igual), y si en el remoto caso de tener beneficios éstos no te crearán un problema con Hacienda, que esa es otra.

El periplo administrativo que supone iniciar una actividad económica es tremebundo. Primero tienes que saber a dónde hay que ir a preguntar, que parece sencillo pero no lo es tanto, y una vez que lo averiguas toca tirarse toda la mañana en el edificio de Hacienda de pasillo en pasillo con un complicado y farragoso sistema de turnos mecanizados que deja a las pescaderías a la cabeza de la pirámide organizativa de las colas.

Al menos, eso hay que decirlo, el personal que me atendió fue amable y diligente, incluso exhaustivo en sus explicaciones a pesar de que cuando se trata de números reconozco que soy bastante duro de mollera. Lo mío siempre han sido las letras.

Me resulta una extravagancia administrativa que para lanzarte con una actividad marginal, que de hecho tiene más que difícil lograr beneficios, tengas que ir cada tres meses al ordenador a meter todos los datos de los muchos gastos y los quién sabe si escasos ingresos para las declaraciones de IVA e IRPF. No me cabe en la cabeza que para una cuestión tan mínima como será ésta no haya un proceso simplificado anual, que no te haga pasar por el calvario de saturar los servidores de la Agencia Tributaria con pequeñas nimiedad,es pero es lo que hay.

En cuanto a la editorial en sí, como no podía ser de otra forma, se llama “Ediciones Desdelugo”, y el nombre no es accidental ya que además de ser el título y dirección de este blog, es una declaración de intenciones. El sello nace con la idea de ayudar a los autores locales a ver sus obras en las estanterías de las librerías, e incluso a venderlas si es posible, basándose en la idea básica de la autoedición pero matizada, intentando echar una mano a quienes quieren arriesgarse a imprimir pero ven dificultosa la tarea administrativa que eso conlleva.

Como todas las editoriales noveles, por supuesto que queremos que las obras que nazcan de nuestros esfuerzos sean de gran calidad, tanto en contenidos como en continentes (buen papel, diseño cuidado...), y probablemente nadie ha creado una editorial pensando en hacerse rico con ella. Desde luego no es el caso. Con no perder demasiado dinero me doy con un canto en los dientes.

Es una iniciativa localista, lucense, y que no pretende para nada ser excluyente pero que centrará sus esfuerzos en proyectos que nos parezcan atractivos. Así que si usted, lector, tiene inquietudes artísticas y lleva tiempo dando vueltas a una novela, un libro de poemas, un recetario, la nueva Enciclopedia Espasa (cambiándole el nombre, no la liemos con lo de los registros) o cualquier otra cosa, no dude en contactar con nosotros. La intención es ayudarle a economizar gastos y simplificar trámites, porque una vez que aprendes el camino ya te da igual ocho que ochenta y sabes cómo terminar antes lo que la primera vez te llevó meses.

Para eso estamos aquí, y espero que tras nuestra obra de lanzamiento vengan otras. Ana y Toñy seguro que se animan... y sí, es una picada pública para que os animéis las dos.

viernes, 20 de enero de 2017

El mensaje Lugo en FITUR: ''Cada uno por su lado''

Solo se han puesto de acuerdo para la foto

El verdadero eslogan que Lugo podría haber presentado en FITUR es “cada uno por su lado”. La penosa imagen de nuestras instituciones y asociaciones, a codazos para ser cada una la más guay, es la de una jaula de grillos (pondría "casa de putas" pero queda poco fino en el blog), demostrando la total y absoluta descoordinación existente y dándose la espalda unos a otros para intentar colocar “su” foto con “su” eslogan. Así nos luce el pelo. Mucho Consello de Turismo y mucho gastar pólvora en salvas pero a la hora de la verdad esto es un páramo en cuanto a iniciativas serias. Todo se reduce a la caza y captura del voto mediante la correspondiente foto promocional.

El acertado artículo que firmaba ayer Suso Varela en La Voz de Galicia sobre esta diversidad de mensajes nos revelaba que se presentaban un mínimo de cinco frases promocionales en la Feria Internacional de Turismo, con lo que lo único que se consigue es que cualquier turoperador serio pase al siguiente stand. “Cuando se aclaren que nos llamen”, imagino que pensarán muchos de ellos.

Si no sabes qué es FITUR malamente puedes ir preparado
El enfoque con el que Lugo acude a FITUR es el habitual en nuestra ciudad: cortoplacista, político y, lo que es más grave, totalmente ajeno a lo que realmente es la feria en sí misma. Porque aunque muchos de los que allí acuden no lo tienen muy claro, FITUR es una reunión de profesionales del turismo. Bien es cierto que como todo se mediatiza y se abre a cobrar entrada se ha convertido también en una especie de escaparate para los usuarios, los consumidores, para dar ideas de a dónde ir de vacaciones, pero eso, por increíble que pueda parecer a estas alturas, es algo totalmente secundario. Lo importante de estas ferias es captar al mayorista, que es el que decide traer las excursiones a la ciudad.

Y el profesional del sector lo que pide no es que le vengan con monsergas, o hacerse una foto con la alcaldesa, que es muy maja pero nada más. Lo que está pidiendo un empresario que busque hacer dinero con nuestra ciudad son cuestiones prácticas, que le faciliten la vida y le ahorren costes, porque eso es de lo que hablamos aquí, de dinero, de empresas.

Pero ajenos a la realidad, los lucenses mandamos año tras año a una pléyade de políticos (algunos serios mezclados con los otros) y eternos aspirantes a ocupar puesto público, de sopabobistas subvencionados que gastan alegremente un dinero que no les ha costado nada ganar, de estrellitas de un día que simplemente acuden a Madrid para que los periódicos locales publiquen su foto en un foro que supuestamente les da más relumbrón, y claro, cumplido ese objetivo lo máximo que se les ocurre hacer es irse de comilona a cuenta de la entidad pagadora, que normalmente acabamos siendo todos nosotros. Y luego al hotel de cierta categoría abonado de igual forma, claro, que no vas a mandar a los representantes de la ciudadanía a la pensión de la Paca. No sea.

Esta especie de “finde subvencionado” en que se ven las caras en Madrid los que se las ven siempre en Lugo nos sale muy caro a los lucenses. No por el dinero que nos cuesta, que eso al final es el chocolate del loro, sino por la enésima oportunidad que perdemos de que auténticos profesionales del sector turístico vendan en un foro pensado para eso los grandes atractivos de Lugo, con sus tres patrimonios de la Humanidad, su privilegio catedralicio, su historia y su vida… Lo que nos sale caro es que vaya a FITUR a perder el tiempo quien no sabe lo que es FITUR, ocupando las plazas de quienes sí tendrían que estar un par de días allí vendiendo Lugo.

Y el año que viene, a ver si en vez de cinco eslóganes conseguimos llevar seis o siete. A lo mejor batimos algún récord y nos sacan en el telediario. Demasiados eslóganes para no llevar ningún mensaje, o lo que es peor, uno: ''Cada uno por su lado''.

jueves, 19 de enero de 2017

Mucho más que escaparates

  
Los escaparates de los comercios son importantes. No solamente sirven para lucir sus mercancías y atraer a los potenciales compradores, sino que además nos revelan mucho de la personalidad de los empresarios que los mantienen. En el Verruga, por ejemplo, se hacían unos escaparates pensados para lucir esas impresionantes cigalas de Marín o aquellos percebes de Corme tan espectaculares, pero dependiendo de quién lo montara se notaba el cariño y el cuidado de una mano y de otra. Manolo, un camarero que estuvo muchísimos años en el bar, conseguía unas postales que los turistas fotografiaban invariablemente.

En la reciente campaña de Navidad me llamaron poderosamente la atención dos montajes, y casualmente los dos de confiterías: Ramón y Madarro.

La barca de Mazapán de Ramón
El primero, la Confitería Ramón de Doctor Castro, se curró una barca de mazapán, con un nacimiento en el interior, que era tan sencillo como atractivo. Por supuesto los detalles tienen enjundia, y el número de serie de la barca era el año de apertura del establecimiento, cositas que tienen su mayor belleza en lo efímero ya que aunque la foto permanece, el montaje fue temporal y ya desapareció.
El cariño de Manolo para con su escaparate trasciende con mucho la mera exposición de sus dulces y pasteles, igual que nuestro siguiente ejemplo. 

El árbol de Madarro
En Madarro, en la Calle de la Reina, sus cuidadosísimos propietarios estuvieron no sé cuánto tiempo (pero mucho) vaciando, limpiando y pintando huevos (huevos de verdad, de los de gallina, nada de cosas de plástico) con el que decoraron un árbol navideño. El esmero y el detalle de cada pieza solo puede ser comprendido por quien se ha fijado bien en que no solo se molestaron en ir pintando cada uno por separado, sino que además se tomaron el trabajo de los consabidos chinos del refranero, para perforarlos no sé cómo, pero individualmente. El resultado fue impresionante.

Estas pequeñas cosas son la que hacen que una ciudad tenga encanto. Por supuesto están reducidas a los pequeños comercios, esos que el consumidor (sobre todo el más joven) tiende a despreciar e ignorar lamentablemente. Los grandes grupos no se paran a estas “tonterías”, al sentimentalismo o a “hacer ciudad”. Se reducen a intentar atraer al cliente como si fuera una vulgar polilla y todo está armonizado, categorizado, estudiado, iluminado y milimetrado de forma que cuando te ponen una foto de un escaparate de Zara tanto puedes estar viendo su oferta en Lugo como en Budapest o Houston. La única pista del país es la moneda en que están expresados los precios. Una tristeza.

El pequeño empresariado es el que sostiene la economía. España no vive de Endesa, El Corte Inglés o la Citröen, pero curiosamente las normas parecen redactadas para ayudar a esas grandísimas moles económicas. Por ejemplo, esas extrañas modificaciones de plantilla que hacen para que una misma persona pueda estar trabajando durante quince años en idéntico puesto pero sin hacerle un contrato indefinido, ya que van rotando patronos para evitar que cumpla los tiempos que marca la legislación. El pequeño comercio ni puede ni desea hacer tal cosa, pero encima se le machaca inmisericordemente.

Nuestra ciudad no es ajena a este tipo de cuestiones, e incluso la más cercana de las administraciones, el ayuntamiento, cayó en la trampa de la publicidad fácil bailando el agua a una conocida cadena de chilindradas a cambio de que les regalasen cuatro chucherías para repartir con el sello municipal. Cosas veredes.

Apostar por el comercio local puede resultar más costoso, no se lo niego, y no hablamos solamente de dinero. También es cierto que una cosa es predicar y otra dar trigo, ya que yo mismo tengo una costumbre bastante consolidada a tirar de página web y hacer compras por Internet de determinados productos. Podría intentar justificarlo en falta de tiempo (lo cual sería una chorrada) o en otros argumentos igual de endebles, pero la realidad es tan simple y transparente como la pereza. Es mucho más cómodo pedirlo y que te lo traigan. Quizá esa sea la batalla que tiene que dar el pequeño comercio uniéndose en entidades que puedan coordinar lo que por separado es imposible de afrontar, y eso no es ni mucho menos imposible.

También es verdad que según reconozco eso les diré que me “estoy quitando”, y no únicamente por el argumento localista, que también, sino porque me he dado cuenta de que muchas cosas que te venden más baratas en Laponia te las cobran baratas porque son una porquería. Hay que filtrar, supongo.

En resumen, mi recomendación es mirar y comparar... y a igualdad de precio, o incluso aunque el de aquí sea un poquito más alto, apostar por el comercio local. A fin de cuentas es mejor aspirar a mejorar la economía de nuestro Lugo que la de Arteixo u otros sitios más lejanos, porque quien paga nuestros impuestos, da empleo y desarrolla su actividad aquí merece que se le respete un poquito, digo yo.

miércoles, 18 de enero de 2017

A igual trabajo igual sueldo... salvo que recibas dinero del Ayuntamiento, entonces no



Ayer establecíamos la absurda paradoja de que el gobierno municipal prime a las empresas que ofertan peores condiciones a sus trabajadores en lugar de subvencionar con más fuerza a las que se comprometen por más tiempo y a jornada completa. Hoy, rizando el rizo, veremos cómo para el mismo trabajo se pagan diferentes importes mensuales.

Las bases de “ConTrato Feito!” dicen que se estimará como importe subvencionable un porcentaje (el 70% para las empresas y el 100% para las asociaciones) “de los costes salariales y de cotización empresarial a la Seguridad Social”. Añade que esa cuantía no podrá ser superior “a la establecida en el convenio colectivo sectorial aplicable a la entidad, y que será de aplicación a esta contratación, de acuerdo con la categoría profesional del personal trabajador”.

Esto, que parece estar escrito para que una empresa no intente cobrar una subvención con la que pague de más a sus trabajadores (si es que eso es posible), es peculiar porque sí deja en manos de las empresas pagar menos a los trabajadores de lo que fije el convenio colectivo sectorial. ¿No es llamativo? Además de difícilmente legal en mi modesto entender.

De esta forma nos encontramos con paradojas extravagantes como que para dos personas en idénticas condiciones haya diferencias de salario importantes. Por ejemplo, una empresa que contrata a una mujer desempleada de larga duración, menor de 30 años, por doce meses y a media jornada abonará a la empleada 394,77 euros, mientras que otra sociedad, por lo mismo, pagará 499,91 euros mensuales. Un 21% de diferencia es mucha diferencia.

Otro ejemplo es el de dos empresas que contratan cada una a una dependienta, mujer desempleada, por un total de 12 meses y a jornada completa. Mientras una empresa recibe 12.422,59 euros la otra ve mermada su ayuda a 8.419,15 euros, con lo que la trabajadora de esta última empresa cobraría un 32% menos de sueldo que su compañera.

Lo llamativo del asunto es que no tiene mucha explicación, ya que en todos esos casos hablamos de los mismos convenios colectivos, que se han de aportar con toda la documentación de la subvención. No entiendo esa discrepancia, quizás alguien lo pueda explicar.

Pero aun en el supuesto de que haya una motivación traída por los pelos, ¿no sería lógico que unas subvenciones que cuyo fin es crear empleo exijan que se pague por las tablas del convenio? ¿No es de sentido común que una empresa que financia sus coses laborales con dinero de la administración premie el mismo trabajo con el mismo salario?

Francamente, un tema solo podría ser grave… pero todos juntos…

martes, 17 de enero de 2017

¿Por qué el Ayuntamiento prima el empleo de peor calidad?


Hoy vamos a retomar el tema de las subvenciones a empresas y otras entidades para creación de empleo. Ya sé que con este asunto voy lento, pero oigan yo no tengo más medios que un ordenador y paciencia, así que no nos aceleremos. Recuerden el cuento de la liebre y la tortuga, que no sé si viene al caso pero suena bien.

Vamos al lío. Hoy trataremos una cuestión muy llamativa: el hecho de que las subvenciones municipales priman la precariedad en el empleo sobre las ofertas de trabajo más estables y completas. Contradictorio con los supuestos objetivos de mejorar el empleo ¿no creen?

Las bases de las ayudas del “ConTrato Feito!” municipal establecen ciertas limitaciones para la subvención. La más llamativa, es que restringe a uno el número de trabajadores por entidad, lo que es peculiar porque si la intención es crear empleo parece poco adecuado que se confine tanto. Quizá la explicación bienintencionada es que se intenta repartir entre más entidades, eso no es necesariamente malo, pero como ya demostramos el otro día hay algunos expertos en recibir ayudas a punta pala, con lo que ese apartado no parece ser demasiado efectivo para evitar concentración de subvenciones.

Lo malo de esa limitación es que como efecto colateral se crea una paradoja bastante extravagante. Supongan que una empresa se ofrece a contratar a dos personas a jornada completa por un periodo de tres años (36 meses) y otra solo quiere contratar a un empleado por el tiempo mínimo estricto y tan solo 4 horas diarias para obtener la subvención (12 meses), ¿no sería más acorde con los objetivos de crear empleo de cierta calidad que la primera pudiera acceder a las ayudas para dos trabajadores? Es decir, ¿no se debería primar la calidad del empleo? Pues se ve que no, que es mejor “repartir”.

El ejemplo no es inventado, es real. Existe una empresa que recibe una subvención de un total de 8.804,54 euros para contratar a una comercial durante 12 meses a media jornada, mientras que otra empleará a una agente comercial 36 meses a jornada completa y solamente recibe 10.827,26 euros. Si hacen el cómputo de la ayuda por hora, verán que el Ayuntamiento subvencionará a la primera, que crea un empleo de peor calidad, con 8,47 euros por hora (tomando 52 semanas, y 20 horas semanales al ser media jornada) mientras a la otra, que se compromete por tres años, le otorga únicamente 1,74 euros por hora. Es decir que se subvenciona a la hora de trabajo de la primera un 487,91% respecto a la segunda, a pesar de que el trabajo es mucho más precario. No parece razonable que se prime tener al empleado en peores condiciones, ¿no les parece?

Comparativa realizada entre dos contratos subvencionados. La diferencia es de chiste.
Con las asociaciones pasa lo mismo. Ahí hay menos margen de diferencia porque la que más se atreve a contratar en lo que a duración se refiere lo hace por 15 meses, muy lejos de los 36 que oferta alguna empresa. Eso demuestra, principalmente, que estas ayudas no servirán para crear empleo que se mantenga en el tiempo, ya que una vez se extingan los fondos públicos también lo harán los trabajos contratados.

E incluso la asociación que se atreve a ofrecer un contrato tres meses más largo y a jornada completa también sale perjudicada. Por ejemplo, esa asociación, que contratará a una persona con discapacidad, mayor de 45 años y desempleado de larga duración a jornada completa durante 15 meses recibirá una subvención de 12.190,68 euros, lo que sale a 4,69 euros por hora. Simultáneamente otra entidad que contratará por el mínimo de 12 meses y tan solo a media jornada ingresará 10.069,12 euros, así que recibe una ayuda de 9,68 euros por hora, más del doble que la que contrata a alguien con mayores garantías.

Con las asociaciones pasa lo mismo, aunque hay menos diferencia porque nadie contrata por largo tiempo.

Se podrá alegar el tema de las categorías profesionales, pero de eso ya hablaremos, que también tiene tela que cortar.

Personalmente me parece una vergüenza. Lo normal sería que las bases establezcan una puntuación base con unos requisitos mínimos (eso se hace) y que a partir de ahí se prime que las empresas y entidades creen empleo estable, que permanezca tras la finalización de las ayudas públicas. Lo contrario es simplemente desviar dinero público para que algunos colegas puedan contratar a alguien unos meses.

Por cierto, me gustaría que se publicaran dentro de un año y medio cuántos de los empleos subvencionados siguen en activo. Los que no tienen dinero público, claro.

lunes, 16 de enero de 2017

Casi un millón de euros por mandato a los grupos municipales... ¿para qué?


La metedura de pata de Lugonovo con la presentación de sus cuentas, que reflejan cuestiones que están fuera de la legislación, pone sobre la mesa nuevamente un asunto de mucho mayor calado: los dineros públicos que se dan a los grupos municipales. Empecemos por ver las cifras, que hay que buscar con lupa porque en el apartado de “transparencia” de la web municipal se les ha debido de olvidar ponerlo. Es un dato que Google nos ofrece pero buscando bastante. Cosas que pasan.

En Lugo, además de las dedicaciones exclusivas de los concejales que las disfrutan (eso sí está en la página), las indemnizaciones y los sueldos del personal de apoyo, los grupos municipales reciben un dinero mensual para sus cositas, que no sabemos muy bien qué son. Varía según el número de concejales porque hay un fijo de 1.200 euros para cada grupo y, a mayores, 500 euros más para el grupo por cada miembro que tenga. Esto hace que el más numeroso, el PP, ingrese cada mes 5.700 euros y ACE “solamente” 1.700 euros mensuales. Entre los seis grupos suponen 19.700 euros al mes, o 236.400 euros al año, que es una pasta (por ejemplo la playa fluvial se ha presupuestado en 250.000 euros para que comparen), y eso sin contar, insisto, con las dedicaciones exclusivas, que entonces la cifra sube a los 772.571 euros al año.



La gran pregunta es: ¿para qué se usa todo ese dinero? Parece que nadie lo puede explicar muy bien, porque la legislación es sorprendentemente vaga en esto. Tanto la Ley de Bases de Régimen Local, como el Reglamento Orgánico de Funcionamiento de Lugo (por cierto, no enlazado en el apartado de transparencia municipal) hablan de requisitos bastante poco concretos, como que no se puede contratar personal al servicio de la corporación ni comprar bienes “que puedan constituir activos fijos de carácter patrimonial”.

Es llamativo que si se supone que el Ayuntamiento ya otorga retribuciones a los concejales así como locales, personal y medios materiales a los grupos políticos, se destine un montante tan alto a “subvencionar” a los grupos. ¿Se tratará de una forma de financiar a los partidos? Probablemente esa es la cuestión que habría que tratar, porque la respuesta parece evidente: sí.

La Ley Orgánica que regula la financiación de los partidos incluye las asignaciones de grupos municipales como fuente de ingresos, lo cual crea un disparate jurídico en que el Ayuntamiento entrega un dinero a un grupo municipal, que se supone que es para la actuación corporativa de dichos concejales, y éstos lo remiten a su partido matriz, lo que hace que realmente nuestros impuestos estén nutriendo de forma como mínimo discutible a partidos políticos, que ya reciben ayudas directas de otras fuentes.

Lugonovo recogía en sus cuentas partidas destinadas a hacer campaña electoral para En Marea, lo que entiendo que no debería ser legal porque ese dinero se supone que tendría que ser destinado a actividades del grupo, y encima cuando han querido corregir la metedura de pata han empeorado las cosas porque parece que se meten a inmobiliaria, ya que alquilan un local y lo subarriendan al partido político. Una chapuza para intentar explicar unos números que no casan con las normas que los regulan o con la decencia que pretendían inculcar.

Pero la cafrada contable de Lugonovo, siendo importante, no es lo que más me preocupa, sino el oscurantismo relativo a estas cuentas. ¿Por qué no podemos saber los lucenses a qué se destina nuestro dinero? ¿Cómo puede ser que la Reina de Inglaterra haga públicas las cuentas y que los británicos puedan conocer el gasto en papel higiénico del Castillo de Windsor y yo no tenga ni idea de en qué se invierte el millón de euros que damos a los grupos alegremente en el mandato?

Ningún partido se ha molestado en poner sus cuentas sobre la mesa salvo Lugonovo, y para uno que lo hace ya ven, mete la pata. ¿Tan difícil es gestionar ese dinero y dar cuentas a los patronos, que somos todos? Si han comprado un portátil o una cámara de fotos me parece lógico, pero creo complejo que nos expliquen en qué han metido tantísimo dinero sin ponerse colorados.

No me entiendan mal, no pretendo ser populista con este asunto. Creo que los representantes públicos tienen que estar bien pagados y que hay gastos de difícil justificación que deben tenerse en cuenta. Un concejal está relativamente obligado a invitar a tomar un café a un ciudadano con el que se reúna para tratar algún tema (aunque algunos invitamos también de vez en cuando, no seamos ratas) y hay cuestiones de muy complicado reflejo contable, pero eso no puede sumar 500 euros por concejal más 1200 para cada grupo, se han pasado siete pueblos. Eso da para demasiados cafés.

Hay más números que repasar. Personal asignado a los grupos, indemnizaciones por asistencia a plenos y reuniones previas… Sobre el personal de confianza recuerden que yo fui uno de ellos, así que tampoco tendría mucha lógica criticarlo, seamos honrados. No se trata tanto de un gasto concreto u otro sino del montante total. ¿De verdad necesitamos gastarnos un millón de euros anual en los grupos municipales? Me parece excesivo, y más si ni siquiera sabemos en qué se lo gastan.

viernes, 13 de enero de 2017

Una nueva sentencia sobre el Garañón pero ¿quién las cuenta?

Tengo que reconocer cierta saturación de noticias. Casi no sé por dónde empezar: el lío de las cuentas de Lugonovo, la continuación del tema de las subvenciones de Ayuntamiento y Diputación, las nuevas sentencias sobre el Garañón… Hay tanto de qué hablar que siento no haber podido publicar ayer, por motivos que no vienen al caso, para ir adelantando asuntos.

Aunque lo de las subvenciones es un tema con el que sigo trabajando y del que hablaremos en el futuro, y lo de Lugonovo me parece muy relevante, hoy me voy a centrar en el contenido que más me preocupa desde el punto de vista de la ciudad: el Garañón. Probablemente sea el tema económico más grave al que se enfrenta Lugo, ya que la indemnización al promotor puede suponer una carga multimillonaria para las arcas locales.

El proyecto aprobado por Orozco y compañia
 Lo primero que hay que decir es que una vez más se ratifica la tesis que desde el minuto 0 mantuvo Jaime Castiñeira sobre la opción de construir en esa parcela sin cargarse las vistas desde el parque de Rosalía de Castro. Como hace un par de años (¡cómo pasa el tiempo!) escribí dos artículos sobre este asunto en que les explicaba un resumen de lo sucedido (pueden verlo aquí) y una lectura sobre la cuestión (enlace aquí), no me voy a repetir. Solamente creo importante recordar que la solución aterrazada que ahora parece proponer el promotor es la misma que dijo Jaime desde el principio… y ya pasaron años desde que lo planteó. La de problemas que nos habríamos evitado si le hubieran hecho caso.

Pero bueno, estas cuestiones han sido ya ampliamente debatidas durante estos años y no creo que nadie se vaya a convencer ahora de una cosa ni de la contraria, a pesar de lo que digan los jueces. Lo que es preocupante es el futuro.

El Ayuntamiento se enfrenta a un dilema. ¿Cómo debe actuar? ¿Ha de intentar tumbar esta nueva sentencia acudiendo al Tribunal Supremo o será mejor sentarse a negociar con el promotor? ¿Debe esperar a ver si el proceso penal (por cierto, que va para largo) condena a los gobernantes que aprobaron el más que dudoso planeamiento de la zona un 31 de diciembre y a puerta cerrada o por el contrario sería más lógico adelantarse y evitar la posibilidad de empeorar más las cosas?

Parece que el sentido común indica que apostar con el dinero de todos no es lo más conveniente. Seguir arrastrando el Garañón de un juzgado a otro perdiendo una y otra vez frente a la dura realidad solo provoca que el esqueleto del mamotreto siga en pie mientras acumulamos más retrasos y, por lo tanto, se incrementa la cuantía a pagar tarde o temprano.

Una ejemplo de una posibilidad de edificar menos agresiva
Tal vez lo más apropiado sea reunirse con los interesados y buscar juntos una solución pactada (me refiero a un pacto con luz y taquígrafos, no a uno como el que presuntamente hicieron hace años y del que aún sufrimos las consecuencias). No nos va a salir gratis, eso está bastante claro, pero cuanto más tiempo pase peor va a ser.

El único problema de esa propuesta de negociar es que aún no sabemos si la justicia decidirá que hubo connivencia entre el gobierno de Orozco y el promotor para esquivar la legalidad. Esa sentencia condenatoria sería, hasta donde yo sé, la única posibilidad de que la ciudad evite el pago de una millonada en concepto de indemnizaciones porque entonces todo sería fruto de un acuerdo delictivo. Pero… ¿estamos dispuestos a arriesgarnos?

A pesar de esa pega (que no es poco), en mi opinión hay que sentarse a hablar ya. Si se pasa el plazo para recurrir ante el Supremo el Ayuntamiento pierde una baza negociadora importante, y el promotor seguramente prefiera arreglar las cosas y sacar adelante un proyecto menos rentable pero más seguro que esperar diez o quince años. Aunque al final gane.

miércoles, 11 de enero de 2017

Los escandalosos ''planes de empleo'' del Ayuntamiento y la Diputación


Cuando uno escribe sobre ciertos temas piensa “¿estaré equivocado con los números?” porque es sorprendente cómo se quema el dinero público en algunas ocasiones. El artículo de hoy lo tengo pendiente desde la semana pasada, y si he tardado en publicarlo es por dos motivos. El primero es la complejidad de los datos tal y como nos los presentan, farragosos, liados, difíciles de tratar (cuestión que dudo que sea accidental) y el segundo es que repasé varias veces el tema por si estaba fallando por la base porque me parecían cifras demasiado altas. Creo que no me he colado, aunque estoy abierto a críticas constructivas.

Sobre lo primero, lo de cómo se nos presentan los datos, ya les hablé en un artículo anterior así que no voy a insistir sobre ello, hoy me centraré en la cuestión numérica y en algunos puntos de interés, así que vamos al grano. Como hago a veces cuando son temas largos, lo separo por apartados:


Las cifras totales:

Para empezar sabiendo de qué hablamos pongámonos en situación: tanto el Ayuntamiento de Lugo como la Diputación Provincial han puesto en marcha sus respectivos planes de empleo, denominados “ConTrato Feito” en el primer caso y “Ben Empregado” en el segundo, nombres muy lucidos y apropiados para una cuestión vendida como el no va más de la intervención pública en el principal problema del país: el paro.

La intención que se nos vende es noble, así que tampoco nos vamos a detener en preocuparnos de si las administraciones locales han de invertir ingentes cantidades de dinero en temas que no les atañen, y daremos por buena la invasión de competencias.

Los cuatro planes juntos (el Ben Empregado tuvo tres fases así que podemos considerarlo como cuestiones individualizables) supusieron una inversión (¿gasto?) en ayudas de 12.640.339,68 euros según mis cálculos, basados en las tablas publicadas por las propias entidades. Casi 13 millones de euros que, en esto se me notan los años, pasados a nuestra antigua moneda son más de 2.100 millones de pesetas. Una pasta.

Para que se hagan a la idea, si hubieran subvencionado el empleo autónomo y ofrecido a cada persona que se animara a dar el paso de crear su propio puesto de trabajo con 250 euros mensuales durante un año (lo que les cubriría prácticamente la cuota de autónomos), se habrían creado más de 4.200 puestos de trabajo durante ese año. No está mal, considerando que el desempleo en el municipio de Lugo está por los 7.400 parados más o menos.

Pero tampoco vamos a dedicar hoy el artículo a analizar si realmente es un dinero bien gastado por los resultados que arroja.


Acumular subvenciones:

Algo que me choca enormemente es que en el listado de 801 beneficiarios de las cuatro líneas de subvenciones vemos nombres de entidades que se repiten. Concretamente 58 receptores cobran por más de una ayuda (alguna tres veces e incluso cuatro) lo que reduce el número de beneficiarios reales. Lo que no parece muy lógico es que para la misma acción se pueda cobrar de varias fuentes, y eso que no tengo datos de las ayudas de otras administraciones para el mismo fin, que vayan ustedes a saber. A todo esto, hay mezcla de asociaciones, empresas y particulares (asumo que son autónomos o empresarios) con lo que es probable que se me haya colado algún doblete más.

Por ejemplo, hay una asociación forestal que ha cobrado nada más y nada menos que 151.978 euros de los planes Ben Empregado 1 y 2. Otra asociación agraria cobró 126.769 euros, también de los planes Ben Empregado 1 y 2, y una de empresarias 104.816 euros del Ben Empregado 1 y el ConTrato Feito del Ayuntamiento.

Se podría interpretar que es normal que si cubren bien los papeles “ganen” varias subvenciones, pero eso se debería evitar en las bases de las ayudas, porque si lo que hacemos es acostumbrar a las empresas a tener asalariados con ayudas de tal calibre lo lógico es pensar que solo contratarán gente cuando puedan verse apoyados por los presupuestos públicos. Eso no es bueno.


¿Asociaciones como creadoras de empleo?

Los datos de la tabla de ayudas son sorprendentes. Es llamativo que de las diez entidades que más dinero han recibido ninguna es una empresa. Todas son entidades sin ánimo de lucro (al menos en teoría) y suman, entre las diez, más de 960.000 euros. Entre las 25 primeras solo vemos dos empresas, todas las demás son asociaciones, fundaciones y demás figuras jurídicas pensadas para trabajar desinteresadamente. ¡Qué cosas!

Las diez primeras entidades en financiación recibida, según los datos de las tablas publicadas por las administraciones

La Federación de Vecinos, por ejemplo, sumó 80.648,64 euros en ayudas del Ben Empregado 1 y ConTrato Feito, una de ellas para contratar algo tan extraordinariamente necesario en el movimiento asociativo vecinal como un jefe de encuestadores.

Siendo malpensados a ese importe se podrían sumar las ayudas obtenidas por otras asociaciones federadas a esa entidad como Laxe Blanca (21.930 euros del Ben Empregado 2) o Xente de Xustas (casi 18.000 euros del Ben Empregado 1) y otras que no solo son parte de la Federación sino que sus cargos directivos coinciden claramente con los conocidos regentes de la propia entidad. La más notable es la de empresarios de la Milagrosa (22.000 euros del Ben Empregado 1), cuyo presidente es el mismo de la Federación.

La coincidencia de cargos es más exagerada aún entre la asociación de Vecinos de San Isidro de la Piringalla (39.176 euros de Ben Empregado 2 y ConTrato Feito), la Asociación de Veciños A Revolta das Carballas (casi 20.000 euros del Ben Empregado 2) y la Asociación Veciñal Alto da Lebre (23.028 euros del ConTrato Feito). Las dos primeras tienen el mismo presidente, que también es secretario de la tercera, y casualmente tesorero de la Federación. Se ve que sabe de cuartos.

Claro, así no me extraña que algunos hagan campaña cuando se acercan las elecciones, o que apoyen a los respectivos gobiernos cuando se les “sugiere” algún tema, es lo que toca.

La primera empresa privada que aparece también es llamativa, ya que coincide el nombre de una empresa con una cooperativa (que es también una empresa pero con otra figura jurídica) y cobra nada menos que cuatro ayudas diferentes: dos como S.L. y dos como cooperativa por un importe total de cerca de 60.000 euros.


Conclusión:

A la vista de los datos obtenidos… ¿de verdad les parece que estas subvenciones están bien otorgadas? ¿No es un escándalo mayúsculo que se utilicen fondos públicos destinados a la creación de empleo para, aparentemente, premiar a entidades afines? Lo que es más importante aún, ¿alguien tiene la menor duda de que cualquier asociación que contrate gente con este dinero no los va a echar a la calle en cuanto se seque la financiación pública?

Y luego nos vienen hablando del empleo de calidad.

Por cierto, es sorprendente que hasta donde yo sé solo Carlos Portomeñe ha hablado de este asunto con cierta contundencia. ¿Quizá los demás están a otros temas como justificar sus ilegalidades en la contabilidad "transparente"? Eso lo trataremos en breve, pero se me acumula el chollo.

martes, 10 de enero de 2017

Un merecido aplauso

Ayer publiqué un artículo en este blog hablando en positivo de la cabalgata de reyes del pasado día 5, y a raíz de ese texto me hicieron llegar información complementaria que desluce todo el asunto.

Somos unidos por el cáncer  colaboró con la cabalgata
Vaya por delante que creo que la del jueves fue una de las mejores cabalgatas que recuerdo, al menos en los últimos años. A ello colaboraron la calidad de las carrozas y la participación de personas que, desinteresadamente, trabajaron para ese día aportando ilusión, esfuerzo y medios materiales de los que no andan muy sobrados... y a las que solo se les ha reconocido dicha labor de forma apresurada y forzada.

Concretamente tengo noticia de que dos asociaciones, Somos unidos por el cáncer y Corazóns Artesáns, participaron en esta actividad sin recibir ni un euro y cooperaron generosamente para que los niños de Lugo recibieran a Sus Majestades con la alegría e ilusión propias de la fecha. Ver a Mickey Mouse a un adulto probablemente no le dará ni frío ni calor, pero si tienes cinco años... es otra cosa.

Me llama la atención que la web municipal hable en dos ocasiones de la cabalgata, con las correspondientes fotos de la alcaldesa incluidas por supuesto, pero no hayan tenido el detalle de mencionar a quienes se han tomado grandes molestias a cambio de nada. Literalmente han trabajado por la sonrisa de los niños, y quizá no estaría de más un aplauso público a toda esta gente, que se lo ha currado más que la concejala del ramo que, esa sí, aparece mencionada en varias ocasiones por el simple hecho de abrir un talonario que gasta dinero de todos.

La Concejalía de Cultura publicó ayer lunes a las siete y pico de la tarde un breve comentario en su página de Facebook agradeciendo a los participantes su colaboración. Supongo que se vieron forzados por el revuelo que se montó en Eres de Lugo si… uno de los grupos locales más populares de la red social. Tarde, mal y a rastras. Las cosas no se hacen así, y si alguien debe recibir un merecido aplauso son los colaboradores que lo hicieron por Lugo y por los niños.

Artículo publicado en La Voz de Galicia de hoy 



 Corazóns Artesáns también participó en la cabalgata

Ni una mención en la web municipal a las asociaciones colaboradoras: