jueves, 6 de abril de 2017

El desastre del Camino Primitivo un año después

La Credencial de Lugo (anverso)
Más de un año ha pasado desde aquel éxito inicial
Ha pasado más de un año desde que se puso a andar la Credencial del Peregrino que la Asociación Lugo Monumental creó con la colaboración del gran artista Chencho Pardo, el respaldo del Obispado de Lugo y el patrocinio de La Voz de Galicia. También hemos superado una vuelta en torno al sol desde que hicimos aquella primera peregrinación con la Credencial y conseguimos nuestras respectivas Compostelas una vez alcanzada la meta.

Sin embargo, aquel hermoso proyecto parece haber quedado en el olvido, y lo que es más grave todavía, todas las promesas de impulsar el Camino Primitivo desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad se han ido quedando en vaguedades y compromisos que por lo que se ve jamás se cumplirán. Se han gastado 13 millones de euros en renovar la antigua cárcel (acción que creo que está muy bien) pero no han dedicado ni una fracción de ese dinero a impulsar algo que ha sextuplicado su atractivo según datos de la oficina del peregrino.

El Camino Primitivo en Lugo
El Camino Primitivo en Lugo no solo no se ha mejorado sino que ha empeorado notablemente desde que hicimos aquella salida acompañados de todas las autoridades. Fue un rayo de esperanza que se ha visto ya tapado por los nubarrones de la desidia. Se ve que las sospechas de que se había utilizado cepillo y jabón para que el recorrido quedara lo mejor posible en las fotos no eran infundadas, y que realmente se trató de una cuestión publicitaria ante la prensa. El interés real, aparentemente, era pura palabrería.

El martes recorrí el tramo del Camino Primitivo que va desde la Plaza del Campo hasta el Puente Romano, y si les soy sincero sentí una rabia que a poco me hace saltar las lágrimas. Cuando has recorrido los Caminos eres consciente de que al peregrino hay que cuidarlo, no ponerle gincanas que le hagan torcerse el tobillo nada más salir de la ciudad.

El tramo que va desde la calle del Carmen (de vergonzoso aspecto) hasta la ronda del Carmen (se ve que no estamos muy sobrados de imaginación para los nombres) es un peligro para la integridad del caminante. El suelo no solo está sin mejorar desde hace un año, sino que ha empeorado enormemente porque es pasto de la maleza, convenientemente recortada en su momento para que no rasgara las vestiduras de las autoridades.

El Camino Primitivo,
o la Corredoira Primitiva
Obviamente no soy partidario de que se asfalte el Camino, ni mucho menos, pero tampoco comprendo por qué no se puede poner un empedrado (regular, por favor, no hablamos de adoquinado) que desde los tiempos de Roma era símbolo de civilización y prosperidad. No se trata de “urbanizar” la zona, dios nos libre de tal cosa, sino de adaptarla para que cumpla su función de camino, en lugar de la cutre corredoira que hoy tenemos.

Lo único bueno del abandono es que en plena ciudad se respira un ambiente campestre y bucólico difícil de igualar. El Camino transcurre entre huertas y cerramientos de piedras (probablemente muchas de las cuales provienen de la propia Muralla) que le dan un encanto que no debe ser destruido, pero tampoco pasaba nada por mejorar la senda levemente, de forma adaptada al entorno.

La señalización sigue siendo absurda. Solo he visto una modificación, que es la del poste que está justo frente a la Porta Miñá. La señal que dirigía al peregrino de forma errónea e intencionada hacia la Calle Santiago (para evitar que viera nuestras vergüenzas) ahora indica correctamente hacia la derecha... pero nada
Señal corregida (vía pegatina, es un sistema)
le dice al despistado peregrino que tiene que bajar por la calle del Carmen, así que no veo difícil que muchos acaben preguntando en la Gasolinera Martínez por dónde se va a Santiago. Hay un único pivote de señalización al inicio de la calle del Carmen, pero colocado en un sitio que se oculta tras los vehículos correctamente aparcados justo delante. Lo suyo, creo yo, sería utilizar distintivos que merezcan tal nombre y orientar correctamente a personas que, por definición, se entiende que no conocen la ciudad.

Aquí el Peregrino ya se despista si no ve la señal escondida
La importancia del Camino de Santiago para la ciudad es algo difícil de explicar, sobre todo si quienes tienen que escucharlo no están dispuestos a poner la oreja. Quizá porque es una acción creada a la sombra de un crucifijo hace que la ideología se interponga en su camino. O quizá, simplemente, porque no dan la talla.

En cualquier caso es preocupante, que un tema que puede ayudar a poner a Lugo en el mapa se deje de lado a menos que vaya la prensa a hacer la foto.

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