martes, 18 de abril de 2017

Una visita sobre el Camino que ignora el Camino

Monolito en la entrada del Camino en la Muralla. Sorprendentemente no visitado.

El Viernes Santo tuvimos visita en casa. Vino un amigo al que le propusimos ir a una ruta guiada de las organizadas por el Ayuntamiento de Lugo, y elegimos la dedicada a Camino Primitivo de Santiago, por ser diferente a los trayectos habituales por la ciudad y porque, seamos sinceros, me picaba la curiosidad por saber qué es lo que explicaban del Camino en Lugo.

Empezaré por decir que la guía fue amena y los datos aportados razonablemente interesantes, presentados con gracia (a pesar de que una parte importante del público no parecía estar muy por la labor de seguir las bromas a la guía) y que me enteré de cosas que no sabía. Algunas incluso ciertas, aunque no todas.

La duración superó las dos horas, lo que en una visita pagada por fondos públicos es algo digno de respeto. Para los usuarios fue gratuita lo cual hay que recalcar porque ya sabemos que lo que no cuesta dinero (insisto, al usuario directo) parece que tiene que ser de menor calidad y no, para nada, fue muy positiva y detallada. La guía que nos condujo por nuestras calles tuvo referencias de todo tipo a la historia de la ciudad en diferentes épocas (no cayó en el manido monotema del Lugo romano sino que habló de las épocas medieval y moderna, lo que me gustó muchísimo), y a costumbres actuales como el tapeo o el uso de la Muralla como circuito deportivo.

Quiero dejar claro que la impresión fue muy positiva. Lo repito tanto porque ahora empiezo con las críticas, y no me gustaría que pareciera que lo que no me gustó eclipsa a lo positivo. El esfuerzo de la guía fue encomiable y creo que los fallos a los que voy a aludir son más de la organización que de la persona que enseñaba Lugo a los turistas.

Esto es lo único importante, la noticia
para que la gente crea que se hace lo que no se hace.
El primer gran error es el título de la visita. Si te apuntas a un recorrido titulado “Camino Primitivo de Santiago” das por sentado que se centrará en eso, ¿no? Pues no. En las dos horas y un poco que duró el asunto, solo ese “poco” se dedicó al Camino, del que se nos dieron vagas referencias que ocuparon escasos minutos. Sí se mencionó que desde Lugo se puede conseguir la Compostela, pero creo que esa fue la única cuestión de interés que se dijo.

Ni siquiera recorrimos el tramo del Camino “intramuros”, cosa que daba por sentada pero que no se produjo. Solo fuimos desde San Pedro (ni salimos a la ronda a ver el monolito que habla la peregrinación de Alfonso II) hasta la Nova, donde nos desviamos del trazado para bajar por delante del Ayuntamiento y los Franciscanos hasta llegar a la estatua dedicada a César Augusto y Paulo Fabio Máximo donde se informó a los turistas de la existencia del Arde Lucus... fiesta que según la información oficial facilitada nació a iniciativa del Ayuntamiento de Lugo, quien “hace doce años decidió vestir a los niños de los colegios de romanos para ver qué sabían de esa época de la ciudad” y después la fiesta se “contagió” a los padres y abuelos que vieron que era muy divertido. ¡Así se escribe la historia, ya ven! Creo que algún día habrá que plantearse documentar realmente el nacimiento del Arde Lucus al que, como todas las cuestiones exitosas, le salen padres (y sobre todo madres) como hongos.

Monolito en el tramo ignorado
Pero a lo que íbamos, la visita terminó frente a la Catedral, desde la que se dirigió erróneamente por la calle Santiago a los interesados en hacer el trazado del Camino en Lugo. Eso ya me lo esperaba, la verdad, visto el lamentable estado del primero de los recorridos de peregrinación a la tumba del apóstol una vez pasada la Puerta del Carmen. Da vergüenza y era evidente que el Ayuntamiento engañaría a los turistas como viene haciendo habitualmente para que no hagan fotos de lo que han demostrado que creen que es mejor esconder que arreglar.

El Camino Primitivo es un tesoro que muchas ciudades matarían por tener. En Lugo lo único que importa es que la concejala pueda decir por ahí que “miren si le damos importancia al Camino que hasta hacemos rutas turísticas sobre ese tema”, cosa que ya anunciaron en prensa como un gran éxito sin que tenga la menor relevancia para su criterio que en esa visita se dediquen cinco minutos de los 130 a la ruta de peregrinación.

Quiero felicitar a la guía. En esas dos horas hizo un buen repaso a la historia de la ciudad. Fue una visita muy completa y vuelvo a repetirlo porque no me gustaría que se entendiera este artículo como una crítica a su buena labor. El problema creo que es que se le echó encima el “marrón” de ofrecer una visita sobre un tema que no estaba en cartera con el fin de que parezca que se hace lo que realmente no se hace: promocionar el Camino.

Publicidad engañosa. No hubo tal ruta por el Camino.

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